Columna Invitada
Un grano sonorense en la India
Por Ignacio Anaya
¿Quién diría que un grano sonorense terminaría siendo de gran importancia para Asia? La Revolución Verde, el proceso agrícola global que transformó la producción de alimentos en la segunda mitad del siglo XX, tuvo un impacto significativo en la lucha contra el hambre y la pobreza en todo el mundo. Un movimiento que fue resultado de décadas de investigación, experimentación y colaboración internacional en torno a los avances en el campo de la agricultura. En esta labor, México, y en particular el Valle del Yaqui en el estado de Sonora, desempeñó un papel crucial en el desarrollo de las variedades de trigo enanas que posteriormente ayudarían a aliviar la hambruna en zonas como la India.
En los años 40 y 50 del siglo pasado, el Valle del Yaqui en Sonora se convirtió en un laboratorio donde los científicos, con el apoyo del gobierno mexicano y la Fundación Rockefeller, trabajaron en el mejoramiento genético de las plantas de trigo. La meta era incrementar la producción agrícola mediante la creación de variedades resistentes a las enfermedades y plagas, adaptadas a las condiciones climáticas y con mayor rendimiento.
El científico estadounidense Norman Borlaug, quien posteriormente sería galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1970, fue uno de los principales actores en este proceso. Borlaug llegó a México en los años cuarenta y se dedicó a la investigación y desarrollo de las variedades de trigo enanas en el Valle del Yaqui. Estas demostraron ser resistentes a enfermedades, eficientes en el uso de fertilizantes, además de ser capaces de adaptarse a diferentes condiciones climáticas y geográficas.
Con el tiempo, los trabajos realizados en el Valle del Yaqui demostraron el éxito del proyecto y México logró incrementar significativamente su producción de trigo. El siguiente paso fue llevar esta tecnología y las variedades desarrolladas a otros países necesitados de alimentos, como la India y Pakistán.
En la década de 1960, la India enfrentaba una hambruna severa, exacerbada por factores políticos y ambientales. Con la introducción de las variedades enanas de trigo mexicano y la transferencia de tecnología agrícola, la India pudo aumentar rápidamente su producción de alimentos. El gobierno de Indira Gandhi aprovechó este avance para afianzar su retórica del desarrollo y prometer soluciones científicas a la pobreza. Al mismo tiempo, el incremento y el consumo de alimentos ayudó a legitimar el discurso progresista de su gobierno.
Es fundamental destacar que el éxito de las variedades de trigo enanas en términos de rendimiento y resistencia a las plagas dependía del uso de altas dosis de fertilizantes, es decir, agroquímicos. Estos productos, aunque esenciales para la producción agrícola en ese momento, también tuvieron un impacto negativo en el medio ambiente y la salud. En la actualidad, muchas críticas a la Revolución Verde se centran en dichos efectos negativos, así como en la concentración del poder económico y político que favoreció a las grandes empresas y los gobiernos de los países industrializados. Igualmente, se ha estudiado su aplicación dentro del contexto de la Guerra Fría, tomando en cuenta el impulso que tuvo desde los Estados Unidos para favorecer ciertos gobiernos y aumentar el discurso capitalista.
A pesar de estas críticas, no se puede negar que la Revolución Verde tuvo un impacto en la vida de millones de personas, quienes lograron hacer frente a la hambruna gracias al desarrollo en la producción de alimentos. Cabe mencionar que esto no quiere decir que el problema haya sido completamente resuelto, además, el aumento de productos no necesariamente indica que se distribuyan equitativamente. El caso del trigo sonorense en el Valle del Yaqui y su llegada a la India es un ejemplo de los procesos transnacionales dentro del campo de la investigación científica, el comercio global y el movimiento a través de fronteras de discursos políticos. Estos elementos pueden transformar realidades en lugares muy lejanos y desconocidos entre sí.
La historia del trigo sonorense y su impacto en la India muestra, asimismo, la importancia de analizar los procesos históricos desde perspectivas que salgan del análisis regional. En este caso, la interacción entre distintos actores, regiones y continentes permitió el desarrollo y la difusión de una tecnología agrícola innovadora que trascendió las fronteras políticas y geográficas.
A medida que aparecen desafíos globales en la actualidad, como el cambio climático y la creciente demanda de alimentos, es esencial recordar la importancia de la cooperación y la investigación en la búsqueda de soluciones sostenibles y equitativas. La historia del trigo sonorense y su contribución a la Revolución Verde revela la colaboración internacional y la ciencia aplicada como herramientas. Sin embargo, conforme a las demandas de la sociedad actual, es fundamental buscar un enfoque que tenga en cuenta no solo el incremento en la producción, sino también la protección del medio ambiente y la justicia social.
La opinión emitida en este artículo es responsabilidad del autor y no necesariamente refleja la postura de Siete24.mx