Gerardo Medina Romero

Contratar a un empleado no debe verse como un costo

Publicada

on

El Mundo Interno de las Organizaciones

Por: Gerardo Medina Romero

Estoy seguro que todos conocemos a amigos o compañeros que han decidido convertirse en profesionales independientes o arrancar su propia empresa. Basta con tener una buena idea de negocio, talento y muchas ganas como para comenzar; sin embargo como lo he comentado en ocasiones anteriores, considero muy importante que cualquier persona que decida iniciar su propio negocio investigue, estudie y trate de aprender los conceptos básicos de administración que se necesitan para poder ser exitoso.

Operar una empresa, por muy pequeña que esta sea, requiere de distintas capacidades que generalmente no se encuentran en una sola persona. Es muy arriesgado y un poco arrogante pensar que por el simple hecho de ser bueno en lo que hago y tener una buena idea, automáticamente tengo todos los conocimientos y habilidades que se necesitan para iniciar, operar, administrar y hacer crecer una empresa.

Una historia que me ha tocado observar en repetidas ocasiones es que los dueños o emprendedores piensan que resulta mucho más rentable tratar de hacer ellos todo el trabajo para ahorrarse dinero, en lugar de buscar a alguien que los ayude y los complemente justamente con las capacidades que no tienen.  La mayoría de los dueños con los que he platicado piensan que contratar a alguien es quitarles parte del dinero que generan, en lugar de pensar que esa persona sería alguien que les puede ayudar a hacer mucho más dinero del que ellos solos son capaces de facturar.

Si soy un repostero muy bueno, no necesariamente voy a ser un buen vendedor o administrador, pero al poner mi negocio de pasteles tendré que hacer las tres cosas y quizá mi negocio nunca funcione bien si no lo hago todo satisfactoriamente. Nunca estaré ganando suficiente dinero como para pensar en contratar a alguien, y el problema es que de esa manera nunca lo dará.

En mi opinión, si el emprendedor tiene un determinado talento debe, en primer lugar, reconocerlo y tratar de focalizar todo su tiempo y energía en explotarlo ya que ahí radica la esencia de su negocio y, por lo tanto, su potencial éxito. Por otro lado, deberá reconocer en qué aspectos no se considera tan bueno y buscar quién lo pueda complementar para encargarse de eso.

Siguiendo con el mismo ejemplo, si yo soy buen repostero debo dedicar todo mi tiempo a crear y desarrollar los mejores pasteles y dejar que alguien que sea muy bueno en ventas se dedique a encontrar los clientes. En este sentido, contratar al primer empleado puede ser la clave para hacer que el negocio realmente pueda crecer y consolidarse.

Un gran error que he visto también es cuando el emprendedor ya no tiene tiempo y decide contratar a su primer empleado, pero piensa que necesita manos y no talento, y para ahorrarse dinero termina contratando a alguien de bajo nivel a quien tiene que enseñarle todo el tiempo, incluso las cosas en las que el emprendedor no es bueno. El repostero termina dejando en las manos de un ayudante la parte principal de su negocio (hacer los pasteles) mientras que se dedica justamente a las cosas en las que no es bueno, como lo es la administración o las ventas. El resultado es de todos conocido.

Contratar un empleado debe ser siempre para sumar y no para restar. Se debe contratar a alguien que sabe lo que nosotros no sabemos o podemos hacer y que podrá ayudarnos a explotar el negocio. Hay un dicho que dice: “Si crees que el talento es caro, intenta comprobar lo caro que es no tenerlo”.  Pensar en contratar a alguien de bajo perfil para enseñarle, termina siendo más costoso al final.

La clave para tener éxito y que la contratación de alguien sea beneficiosa, en mi opinión, radica en una buena descripción de las responsabilidades que tendrá esta persona y por lo tanto en el perfil que debe tener. Un emprendedor o dueño debe reconocer las áreas en las que no es bueno, describirlas y buscar a una persona que sea muy buena haciendo eso. Si para contar con esa persona necesitamos incluso ofrecerle parte de la sociedad, estoy convencido de que será el mejor negocio que podamos hacer.

Roy Disney (Disney), Paul Allen (Microsoft), Steve Wozniak (Apple), Andy Jassy (Amazon) no son tan famosos como Walt, Bill, Steve o Jeff, pero si no fuera por ellos quizá esas empresas hubieran permanecido en la cochera de sus casas.

Te Recomendamos

Salir de la versión móvil