Opinión
Deportar o repatriar, semántica contra migrantes
Tal cual
Es sólo semántica. ¿Cuál es la diferencia entre deportar migrantes mexicanos y centroamericanos en un gran operativo mediático ordenado por Donald Trump en las principales ciudades de Estados Unidos que “repatriar” a miles de centroamericanos y caribeños en territorio mexicano, sin los reflectores de la prensa, pero con una mayor efectividad?
Ir de casa en casa en ciudades como Chicago, Los Ángeles, Nueva York, Houston, Miami, Atlanta, San Francisco, Baltimore y Denver, donde agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), buscaban este fin de semana a miles de personas con una situación inmigratoria irregular es tan grave como hostigar, acorralar, cansar, detener y “repatriar” a miles de centroamericanos en México.
Las crónicas de esta semana, sobre todo en medios electrónicos, presentaron escenas de migrantes, se dice la mayoría con antecedentes penales, que fueron detenidos en redadas en Estados Unidos. Entre ellos se señala que hay poco mas de mil mexicanos en situación de deportación, de los cuales ninguno ha sido detenido.
Nadie habla de los deportados este fin de semana desde México. Sólo este lunes, el Instituto Nacional de Migración repatrió a 106 personas de origen hondureño que tenían una condición de estancia irregular en México, con lo que suman 200 personas de esta nacionalidad en los últimos tres días.
No solo son los hondureños, son cientos también de salvadoreños, guatemaltecos, cubanos, y de otras nacionalidades para sumar miles. Aquí nadie habla de deportaciones sino de “repatriaciones” que es un termino mal utilizado, mañosamente utilizado, por que se usa para conflictos bélicos o cuando se trata de repatriaciones “voluntarias” que no es el caso de los migrantes que cruzan por México rumbo a Estados Unidos.
¿Quién en su sano juicio después de huir de la violencia en El Salvador, de la miseria extrema en Honduras, o de la falta de oportunidades en Guatemala, después de pagar miles de dólares a polleros, autoridades, o en el propio viaje, va a querer regresar “voluntariamente” a su país, a su infierno cotidiano?
Bien por las protestas en Estados Unidos por grupos de derechos humanos, de libertades civiles, de alcaldes como el de Nueva York. Bien por los editoriales en México que hablan de la zozobra de los migrantes mexicanos en Estados Unidos, del clima de terror que ha sembrado Trump entre los migrantes sin documentos. Bien por las criticas en ambos lados de la frontera por lo que fue calificado como “cacería humana”.
Aquí en México seguirán las “repatriaciones” por no llamarlas deportaciones masivas, previas redadas, detenciones, la prohibición de que autobuses, taxis y trasportes públicos traslade a los migrantes centroamericanos, lo que los obliga a caminar por carreteras y brechas, con el propósito de cansarlos, orillarlos a desistir en su derecho a migrar. Deportar en Estados Unidos es lo mismo que “repatriar” en México. Solo es semántica gubernamental. Tal Cual.
***En colaboración con el portal especializado en temas de migración www.theexodo.com