Es tiempo de trabajar por el bien común

Pensando en las personas que han estado directamente en la lucha durante estos tiempos difíciles, hombres y mujeres valientes que han aportado su tiempo y su esfuerzo para ayudar a otros, recordé esta frase de Confucio:

“Estas tres señales distinguen al hombre superior:

LA VIRTUD, que lo libra de la ansiedad;

LA SABIDURÍA, que lo libra de la duda, y

EL VALOR, que lo libra del miedo.”

– Confucio

Nuestros médicos, enfermeros, camilleros y en general todo el personal hospitalario, masculino y femenino, que se ha sobrepuesto al miedo de un contagio, que ha atendido a pacientes y a quien los necesita, en fin, que ha salvado vidas podríamos llamarles hombres superiores.

En cambio, los discursos vanos que no aportan ninguna ayuda concreta y que sólo sirven para dibujar la imagen de quienes los pregonan, hacen un contraste indignante con quienes verdaderamente trabajan por el bien de otros. 

De una vez por todas, debemos entender que es responsabilidad de cada uno de nosotros luchar por el bien de la sociedad en su conjunto, olvidando poner a unos en contra de otros con descalificaciones y falsedades.

No hay nada como reconocer que somos una nación y que, como tal, debemos actuar unidos todos por nuestro propio bien.

Es evidente que dentro de nuestra sociedad existen personas que cooperan y trabajan por el bien del país; pero, por otro lado, hay quienes no sólo no ayudan ni aportan nada positivo a la sociedad; sino quienes, peor aún, atacan a médicos y a enfermeros, sólo por poner un ejemplo.

También hay empresarios comprometidos con su país y con sus trabajadores, que hacen un verdadero esfuerzo por conservar los empleos y los sueldos de sus empleados. Pero, por otra parte, existe un sector que se dice empresarial que, con la menor excusa encuentra la oportunidad de no pagar o de, en el mejor de los casos, dar ridículas compensaciones.

Por otra parte, algunos políticos, aunque parezca extraño, han actuado de manera correcta en beneficio de sus gobernados, cuya conducta contrasta con la de quienes sólo buscan el poder a cualquier precio, sin medir las consecuencias y sin importar el daño que pueden causar con sus omisiones y engaños.

Ha llegado el tiempo de que todos trabajemos juntos por el bien común y que procuremos salir delante de este problema que no sólo es de salud, sino que también es económico, político y, finalmente, social.