Análisis y Opinión

Evita el estrés laboral y disfruta el camino

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El Mundo Interno de las Organizaciones

Trata de recordar la situación laboral más difícil por la que hayas atravesado: quizá una falla que te haya costado el trabajo o al menos un regaño fuerte; un proyecto súper complicado que no tuvo buenos resultados o que se canceló; un cliente perdido por causas en las que estuviste involucrado; o tu peor etapa de estrés laboral, frustraciones, presiones y largas jornadas de trabajo con fines de semana y noches sin dormir.  Ahora piensa: ¿qué fue lo peor que te pasó?

Recuerda a tus compañeros que vivieron esa situación contigo, incluso recuerda al que en ese momento fue el villano de la película, y valora si lo que vino después para ti en la parte profesional ha sido mejor o no y, sobre todo, recuerda cómo esa experiencia te sirvió y te hizo crecer como profesional y como persona.

La mayoría de las situaciones que nos provocan estrés durante nuestra vida profesional no tienen otra consecuencia peor que perder el trabajo. Algo que pasa con alguna frecuencia y que nos sucede a todos alguna vez, es una situación temporal y que generalmente siempre trae algo mejor, por lo que finalmente, resulta más conveniente haber terminado con esa relación.

A lo largo de nuestra vida laboral podemos llegar a magnificar las situaciones complicadas en las que nos sentimos vulnerables, en las que podemos fallar y equivocarnos. Nos llenamos de estrés y dejamos que nos impacte: no solo a nosotros sino también a nuestros seres queridos. La salud se pierde, nuestras relaciones se pueden afectar e incluso romper, familias se desbaratan. ¿Y todo para qué?, ¿para ganar un reconocimiento o un bono o evitar perder un empleo?, ¿para que nadie se dé cuenta que podemos fallar?

Te tengo una noticia: No hay nada que pueda evitar que nos equivoquemos y fallemos a lo largo de nuestra vida profesional, por la simple razón de que somos seres humanos y nadie es perfecto. Y, ¿qué crees? Tus jefes lo saben: saben que vas a fallar y que te vas a equivocar y tienen medido ese riesgo.

Por el otro lado, piensa en todo lo positivo que esas experiencias te dieron.  Seguramente tiempo después cuando te juntas con tus amigos y ex compañeros con los que recuerdas esas situaciones, hasta se ríen con algunos de esos momentos que en su tiempo les causaron estrés. Se dan cuenta que cada situación ahora forma parte de sus vidas profesionales y que si no fuera por ellas, no estarían hoy donde están, no habrían aprendido lo que aprendieron y tampoco tendrían la visión y madurez profesional y personal que tienen hoy.

De la misma manera en que recuerdas esas experiencias con humor y nostalgia y te das cuenta que quizá no ameritaba sufrir lo que en su momento sufriste, te invito a que de esa misma manera trates de ver tu presente y visualices tu futuro. Tienes una disyuntiva central: O sufrir tu vida profesional, con la esperanza de que todo valdrá la pena una vez que hayas llegado a un alto puesto y/o a ganar mucho dinero, o puedes decidir disfrutar cada etapa del camino y ser feliz.

Pude darme cuenta de que mi realización ha estado en cada momento de duda ante una situación difícil, en cada anécdota, en cada regaño de los jefes o clientes que he tenido, en cada desvelada con mis compañeros de trabajo, en cada estrés tratando de llevar un proyecto a buen puerto o cada vez que trato de reunir el dinero necesario para pagar la nómina.

Recuerdo cada cliente con todos sus defectos y virtudes, porque de todos he aprendido. He aprendido a disfrutar el camino.

Personalmente he tenido muchos fracasos laborales, pero cada uno ha sido necesario para escribir mi historia. También sé que vendrán muchos más si Dios me presta vida. No sé en realidad cuál será mi final en este mundo de las organizaciones y, la verdad, no me importa porque disfruto el viaje a cada segundo, con cada acierto y falla, con cada éxito y fracaso, así que no me estreso de más.

Repito: nadie espera que seas perfecto, que no te equivoques y que no falles. La manera en que reaccionen los demás dependerá de los demás; la manera en que tú reacciones depende exclusivamente de ti.  Disfruta el camino, “enjoy the ride. Total, ¿qué es lo peor que puede pasar?

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