Opinión
Impacto de los aranceles
Ciudad de México.— El mercado estadounidense es fundamental para los mexicanos. El año pasado las exportaciones fueron de US$346.500 millones de acuerdo con la Oficina de Comercio estadounidense. Esto representa el 80% de todo el comercio exterior mexicano convirtiendo a México en el segundo socio comercial más importante de EUA.
Gracias al TLCAN, actualmente, existen fuertes cadenas de suministros que dependen enormemente del libre comercio entre ambas naciones. El comercio al mercado estadounidense incluye, por ejemplo, neveras y equipos de aire acondicionado, tabletas electrónicas, teléfonos móviles, unidades de memoria para computadora y hasta piezas aeroespaciales las cuales han tenido el mayor crecimiento en los últimos años.
Uno de los productos con mayor volumen de exportación, y que más controversia ha causado con el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump son los automóviles. La producción total fue de 3,9 millones de unidades, de las cuales el 70% tuvieron como destino el mercado estadounidense, según datos del INEGI.
El presidente de Estados Unidos aseguró que impondrá tarifas especiales a todas las importaciones mexicanas si el gobierno de ese país no detiene la migración irregular, y cancela además el tráfico de drogas.
Trump prometió en junio que si México no lidiaba con estas situaciones impondría aranceles del 5% incrementándolos mes con mes hasta llegar al 25% en octubre. Gracias a la pronta respuesta del gobierno mexicano esto no ocurrió, pero el riesgo sigue siendo latente. Como comenta Fernando Ruiz Huarte director del Consejo Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (COMCE) ahora el riesgo es que estas sanciones sean específicas para cada producto, poniendo en riesgo la ratificación del TLCAN.
Las condiciones políticas de la relación binacional, así como el juego político que han generado las últimas tensiones a partir del caso LeBarón, la visita de William Barr a México y el proceso de impeachment, son variables fundamentales para comprender y dimensionar los términos de la negociación y el nivel del forcejeo.
Efectivamente, en las reglas de origen del T-MEC, el acuerdo quedó en elevar a 70% el contenido regional de acero en exportaciones industriales para dentro de 7 años y revisar en 10 años la regla para el aluminio; impacta también sectores tan importantes como el automotriz donde se propone que las unidades incluyan 70% de contenido regional.
Hoy más que nunca México necesita coordinar a sus sectores, en lo político y productivo, con la finalidad de poder de resistir, con gran resiliencia y oportunidad, cualquier tipo de embate que pudiera suscitarse.
No está de más decir que esto ya se está haciendo. El papel de las autoridades mexicanas ha sido fundamental para entender una nueva dinámica de protección de la soberanía y de los mercados internos. Por ejemplo, el Plan Nacional de Infraestructura espera poder dar un boost a la dinámica interna y, con ello, reactivar los números positivos del crecimiento y la prosperidad industrial.
¡Confiamos en que las cosas van a estar mucho mejor!
Sebastián Favela Miranda
Director General de OCEL Global S.A. de C.V.
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