Opinión

Inmobiliarias y corrupción

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Cada vez más vemos que una fuente de corrupción es el contubernio entre funcionarios públicos y desarrolladores, ya sea de vivienda , construcciones turísticas, obra civil como carreteras o supervías urbanas, entre otras opciones.

Muchas de las inundaciones que surgen después de las lluvias, pero dentro de las ciudades, corresponden a que los rios, o más bien riachuelos que en algún momento quedaron atrapados dentro de las ciudades fueron desviados y cuando llegan los aguaceros y los ríos tienden a subir su caudal entonces se desbordan y salen por las alcantarillas.

Un río desviado en su cauce siempre tratará de regresar a sus espacios naturales, como si tuviera memoria. Cuando crece su volumen gracias a las lluvias, es cuando se desborda afectando su territorio. Esto sucede cuando en la periferia de las ciudades se construye un nuevo fraccionamiento.

Precisamente la corrupción surge cuando el desarrollador quiere salirse de una norma, ya sea de protección al ambiente, edificar inmuebles con mayor número de pisos que lo que marca el reglamento de construcción, así como la venta de terrenos públicos a amigos o parientes con precios abajo de mercado, el cambio de uso de suelo, permuta de terrenos valiosos por otros de ínfimo valor en zonas de menor precio, así como otras tantas posibilidades como vislumbre la imaginación y la disponibilidad de que el funcionario público encargado de dar la firma lo acepte, o que se dupliquen los permisos, por ejemplo.

Estos negocios millonarios surgen a partir del escaso control que se tiene sobre los ayuntamientos y la discresionalidad con la que se mueven alcaldes y gobernadores. Quizá la mitad de los casos de corrupción de alto nivel económico de este país tienen que ver con bienes raíces. La corrupción de cuello blanco.

Además del enriquecimiento ilícito de empresarios y funcionarios públicos, ésto tiene otro grave impacto, que es la depredación del ambiente, impacto negativo en la urbanización y el robo descarado de espacios públicos, que los gobernantes se adjudican a través de prestanombres a precios irrisorios.

Como ejemplo tomemos las acusaciones contra el ex gobernador Borge de Quintana Roo. Muchas de ellas estaban relacionadas con bienes raíces.

Es necesario poner atención en este tema y establecer candados que impidan la discresionalidad en la enajenación de bienes raíces y el otorgamiento de permisos de construcción en zonas protegidas, e incluso las licitaciones para realización de obra pública.

¿Usted cómo lo ve?

 

RICARDO HOMS
@homsricardo

 

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