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Cambio climático debe ser preocupación central del siglo XXI

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Calentamiento global (De Pixabay)

México.- La actividad humana está más relacionada con el aumento de la temperatura global de lo que antes se pensaba, y esos factores antropogénicos incrementan la probabilidad de ocurrencia de inviernos más severos y otros eventos climáticos extremos en latitudes medias del planeta, reveló un equipo internacional de científicos. 

Uno de sus integrantes, Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) de la UNAM, explicó que el crecimiento de la economía y las emisiones de gases de efecto invernadero que genera se pueden ligar a una tendencia general de elevación de la temperatura en el mundo, y también a inviernos más fríos, veranos más cálidos o precipitaciones extremas. 

Lo anterior se dio a conocer recientemente en el artículo “Spatial variations in the warming trend and the transition to more severe weather in midlatitudes”, publicado en Scientific Reports de la prestigiada revista internacional Nature

La aparente contradicción entre el aumento sostenido en las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono (CO2) y una disminución en la tasa de incremento en la temperatura del planeta registrada en los años 90 del siglo pasado, es uno de los principales argumentos de los escépticos para cuestionar el efecto de la actividad humana sobre el clima. 

Humanos, los responsables

Sin embargo, una investigación publicada por el equipo en la revista Nature Geoscience en 2013 mostró que, por el contrario, gran parte de esta disminución en el ritmo de calentamiento también se debe a la intervención humana con el sistema clima.   

La temperatura global ha aumentado desde el inicio de la Revolución Industrial, explicó Estrada Porrúa, pero a partir de 1960 la tasa de calentamiento se triplicó; luego se registró una etapa en la que parecía que había una pausa a ese fenómeno, en los años 90.  

“Con herramientas de econometría y series de tiempo nos dimos a la tarea de analizar estas series de temperaturas, global y de los hemisferios norte y sur, para explicar si había una influencia antropogénica en estos cambios. Encontramos que hubo eventos socioeconómicos de gran magnitud que afectaron esa tasa”, expuso Francisco Estrada.  

Tales eventos fueron el Protocolo de Montreal, iniciativa mundial para disminuir la presencia de clorofluorocarbonos en la atmósfera y proteger la capa de ozono, porque estos compuestos tienen un potencial de calentamiento mayor que el CO2, con lo cual, de manera fortuita, se modificó la tasa de calentamiento. 

Asimismo, el cambio de fertilizantes y el uso más eficiente del agua en la producción agrícola asiática afectaron a una bacteria del suelo que produce metano, gas de efecto invernadero también con mayor potencial de calentamiento que el CO2. A esto se sumó el desarrollo industrial de China e India que produjo aerosoles atmosféricos los cuales reflejan parte de la energía solar. 

Todo ello tuvo un efecto de reducción en el aumento de la temperatura global, en lo que se conoce como “pausa de calentamiento”. Es decir, esos cambios están relacionados de manera íntima con lo que hacemos o dejamos de hacer los humanos, añadió el también integrante del Centro de Ciencias de la Atmósfera. 

En el nuevo artículo –firmado por Estrada, Pierre Perron y Dukpa Kim, éstos últimos de las universidades de Boston y Corea, respectivamente– se muestra en un mapa el calentamiento observado de las distintas regiones del planeta durante los últimos 120 años. Ahí también aparece otro fenómeno denominado “amplificación del ártico” que ha contribuido de manera importante al calentamiento en la región y a cambios en patrones climáticos alrededor del mundo. 

La tasa de calentamiento del ártico, abundó el experto, es dos veces mayor a la del resto del planeta y no ha disminuido, ni siquiera en la pausa de los años 90.  

Eso se debe, en parte, a procesos de retroalimentación como aquellos provocados por el derretimiento de los hielos polares. En el polo norte, desde los años 70, se registra una reducción importante en la cantidad de hielo que, al ser blanco, refleja luz solar; al reducirse, esa energía se está absorbiendo por los océanos, describió Estrada Porrúa. 

El especialista continuó su explicación, y dijo: también existía la hipótesis de que el calentamiento global podría estar relacionado con la probabilidad de ocurrencia de inviernos muy severos en latitudes medias, como el norte de Estados Unidos, Asia y Europa, pero no estaba claro el mecanismo, y tampoco demostrado con datos. 

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emc

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