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Dormir mal aumentaría hasta 141% riesgo cardíaco
Los efectos de malos descansos nocturnos pueden conducir a la pérdida de productividad, deterioro del funcionamiento inmunitario.
Ciudad de México.- El sueño insuficiente o deficiente es un factor de riesgo significativo para el desarrollo de enfermedades cardíacas.
Hasta ahora, la mayoría de los estudios científicos realizados han utilizado principalmente medidas de sueño centrándose solo en la duración, la calidad o el insomnio.
Sin embargo, entender la salud del sueño de forma multidimensional puede ser más predictivo de la enfermedad cardíaca que las medidas individuales del sueño.
Por ejemplo, una persona que tiene dos problemas para dormir simultáneamente, como duración del sueño más corta y sueño insatisfactorio, puede tener un mayor riesgo de enfermedad cardíaca que una persona que tiene un único un problema.
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Los científicos han considerado que es importante examinar el grado de salud del sueño multidimensional y su asociación con el riesgo de enfermedad cardíaca en adultos de mediana edad, ya que en esta población pueden prevalecer múltiples problemas del sueño.
Los efectos de malos descansos nocturnos pueden conducir a la pérdida de productividad, deterioro del funcionamiento inmunitario, aumento del riesgo de enfermedades cardíacas, otras enfermedades en etapas posteriores de la vida y mortalidad temprana.
Dado que la salud del sueño es modificable, comprenderla de modo multidimensional puede contribuir a futuras estrategias de prevención destinadas a mitigar el riesgo de enfermedad cardíaca, que es una de las principales causas de muerte.
En esta línea, un nuevo documento arroja luz sobre cómo si se combinan los factores, el riesgo de enfermedad cardíaca puede aumentar hasta en un 141%.
Ese es el hallazgo se revela en un estudio publicado recientemente en la revista Nature.
La investigación dirigida por un grupo de profesionales de la Universidad del Sur de Florida (USF) revisó los datos del sueño de 6.820 adultos estadounidenses con una edad promedio de 53 años que informaron sus características del sueño y su historial de enfermedades cardíacas.
Entre los participantes, 633 también llevaban un dispositivo de investigación (actigrafía) alrededor de la muñeca que capturaba la actividad del sueño.
Los investigadores se centraron en múltiples aspectos de la salud del sueño, como la regularidad, la satisfacción, el estado de alerta durante las horas de vigilia, el momento, la eficiencia y la duración del sueño, y los vincularon con enfermedades cardíacas diagnosticadas por médicos.
Descubrieron que cada aumento adicional en los problemas al dormir auto informados se asoció con un riesgo 54% mayor de enfermedad cardíaca.
El riesgo estimado de enfermedad cardíaca asociado con un aumento de los problemas de salud del sueño fue mucho mayor para quienes proporcionaron datos del sueño tanto por autoinforme como por el dispositivo de investigación.
ARH