Estilo
¿Cómo hacer que el catecismo sea agradable y útil?
Ciudad de México.— Entre las buenas tradiciones del pueblo católico está el amor a la Primera Comunión a través del catecismo, consideró el Presbítero Sergio G. Román.
Gracias a eso, dijo, los pastores de la Iglesia tienen la oportunidad de dar, por lo menos, una breve instrucción religiosa a los fieles en esa etapa tan importante que es la niñez.
A través de un artículo en el semanario Desde la Fe, el Presbítero Román, consideró que por desgracia, ese catecismo es algo que se acepta como un mal necesario para poder hacer la Primera Comunión.
“Tan pronto como los niños la hacen, jamás vuelven a poner los pies en la Iglesia. Nos decía un sacerdote que en lugar de ser el día de la Primera Comunión debería de ser el día de la excomunión”.
LEE Se recuperan 28 bebés de Covid-19 en hospital del Edomex
Lamentó ver cómo los mismos padres que buscan para sus hijos la mejor escuela del rumbo, que les pagan horas extras y cursos de lo inimaginable, son los mismos que procuran que sus hijos vayan al catecismo el menor tiempo posible.
¿Cómo hacer para que el catecismo sea algo agradable, útil y buscado como necesario por los padres de familia? Ese es el reto para los pastores de la Iglesia, señaló.
El catecismo: escuela de la fe
Como en el caso de la escuela, también en el catecismo son los padres de familia los que tienen la obligación y el derecho de educar a sus hijos.
Y así como en la escuela el Estado subsidia a los padres en el cumplimiento de esta obligación proporcionándoles escuelas, maestros y hasta libros, así en lo religioso toca a la Iglesia, y en especial a la parroquia y a las escuelas católicas, proporcionar a los padres de familia un subsidio para cumplir con la obligación, grave por cierto, de educar cristianamente a los hijos.
El catecismo no debe ser solamente para preparar a los niños a recibir sus sacramentos de iniciación; debe ser la actividad normal de todo niño católico, y de todo joven, en su edad escolar.
El catecismo no sólo instruye en la doctrina, sino que da al niño la oportunidad de vivir en comunidad su fe. Es la forma de vivir el ser Iglesia. Por lo tanto el niño deberá seguir asistiendo al catecismo durante muchos años. Ojalá pudiéramos lograrlo para acabar con esa ignorancia que tanto daña a los católicos.
El mejor catequista
Para el Presbítero Sergio G. Román el mejor catequista es el padre o la madre de familia. Esa es una meta que se tendrá que conseguir en cada parroquia: que sean los papás los que enseñen a sus hijos.
Mientras tanto, la comunidad suple con el trabajo voluntario de tantos laicos generosos que se prestan a ayudar a niños que no son sus hijos. ¡Cuánto debemos a los catequistas!
“Cuando en la parroquia algún padre de familia se queja de un catequistas, yo le digo: Tiene usted toda la razón. ¿Por qué no nos ayuda dándole usted catecismo a sus hijos?”, finalizó.
Texto original en Desde la Fe
ebv