Ciencia
Ya se sabe cuándo desaparecerían los pingüinos emperadores
Washington, EU.— Los pingüinos emperadores son conocidos por enfrentarse a los duros inviernos antárticos, pero podrían no ser capaces de afrontar las duras realidades del cambio climático si este continúa para el año 2100.
Ese es el hallazgo de un nuevo estudio, que sugiere que para el final de este siglo, los pingüinos más grandes del mundo se enfrentará su extinción si el hielo marino en la Antártida sigue derritiéndose a su ritmo actual
La colocación de la especie en la Lista de Especies Amenazadas de Estados Unidos puede ser la única oportunidad de salvar a estas aves.
Investigaciones anteriores sugirieron que el calentamiento rápido del aire y la temperatura del mar -que derrite el hielo marino- podría hacer que su número se desplome hasta en un 19 por ciento en el año 2100.
Un nuevo estudio, que combina el conocimiento profundo de la biología del pingüino con el modelado sofisticado de computadora, muestra que las opciones de esta ave marina durante los próximos 80 años están disminuyendo dramaticamente.
A pesar de la capacidad de la especie para elegir entre muchas opciones de migración, simplemente no podrán ser capaces de resolver el problema de la supervivencia.
Los emperadores son los más grandes de todos los pingüinos, cuando un adulto excede generalmente los 3.5 pies de altura, 1.06 metros .
Su marcha majestuosa, el cuidado intenso para sus jóvenes, y su capacidad de prosperar en la dura Antártida son tema de la leyenda del pingüino emperador.
Un factor ecológico primario en la supervivencia de estas hermosas aves es su relación con el hielo marino. Ellos prosperan en situaciones precisamente equilibradas, donde el hielo marino es suficiente para que una colonia viva y cría.
Muchos estudios de las 54 colonias en Pointe Géologie revelan que los pingüinos tienen una capacidad notable de emigrar a los hábitats óptimos.
Los pingüinos parecen considerar el cambio de factores ecológicos a medida que toman decisiones colectivas para moverse de un lugar a otro.
La especialista en pingüinos de Woods Hole Oceanographic Institutions (WHOI) Stéphanie Jenouvrier se asoció con el matemático francés Jimmy Garnier de la Universidad de Savoy Mont Blanc.
Con el conocimiento de Jenouvrier en biología y las habilidades de crear modelos por computadora de Garnier, ambos se hicieron esta pregunta: De todas las opciones posibles de la migración, ¿cuáles son las mejores ocasiones del pingüino para la supervivencia?
El equipo modeló los cambios en las condiciones ecológicas y las posibles respuestas de las colonias, incluyendo las etapas de dispersión, la distancia recorrida, los hábitats disponibles y las tasas de dispersión dependiente de la densidad.
Los resultados muestran que las opciones óptimas dieron lugar a tasas de población estables hasta 2036, seguidas por un período de rescate ecológico.
Pero después de 2046 las opciones del pingüino comienzan a declinar. El modelo sugiere que no importa la estrategia que usen los pingüinos, no importa cómo se dispersen o donde vayan, sus números se reducirán entre el 40 a 99 por ciento de los niveles actuales para 2100. Después de eso, la extinción es una posibilidad.
¿Una solución? Jenouvrier y sus colegas sugieren que el gobierno de Estados Unidos coloque al pingüino emperador en la Lista de Especies en Peligro y use todas las facultades legales de la ESA para proteger a las colonias.
El equipo argumenta que cada modelo de computadora posible muestra que con las actuales tendencias de calentamiento no hay escenario por el cual estos pingüinos pueden salvarse. Se necesita protección humana.
Los investigadores utilizaron datos previamente recolectados de Pointe Géologie en la Antártida junto con imágenes satelitales de colonias de pingüinos que revelaron información sobre su comportamiento de desplazamiento y forrajeo.
Aunque la tasa de disminución de la población puede variar, para el año 2100 casi todos los pingüinos emperadores pueden haber desaparecido, escriben los investigadores en el próximo número de la revista Biological Conservation.
JAHA