Vida y Familia
Frente Nacional por la Familia pide verdad y justicia para los desaparecidos en el país
Con el objetivo de pedir verdad y justicia en todos los casos de las personas desaparecidas y asesinadas en el país.
Ciudad de México.- El Frente nacional por la Familia (FNF) a través de su presidente Nacional, Rodrigo Iván Cortés; hizo un llamado a unirse a la jornada por la paz, convocada por la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM).
Con el objetivo de pedir verdad y justicia en todos los casos de las personas desaparecidas y asesinadas en el país.
Te puede interesar: Libertad religiosa es amenazada por el autoritarismo: FNF
“Y de manera entrañable por el caso de Marifer, sobrina de nuestra líder Soraya Flores, del frente Nacional por la Familia en san Juan de los lagos que fue desaparecida en Nuevo León, expresó.
El presidente del FNF también aclaró que pese a los esfuerzos lograron ubicarla existió una negligencia mortal de parte de las autoridades que actuaron días después y que la encontraron asesinada.
Recordó que como estos casos también están los de los sacerdotes jesuitas asesinados en Chihuahua.
“Queremos sumarnos como Frente Nacional por la Familia y poner a disposición como todas las personas que quieran compartir el caso de sus desaparecidos, de sus asesinados, en los portales del FNF; durante este vienes, sábado y domingo para después hacer de esto una práctica permanente”, señaló.
Iván Cortés, dijo que este tipo de prácticas deben ser permanentes de solidaridad, de denuncia y acogimiento que sufren por este tipo de violencia.
Conferencia del Episcopado Mexicano convoca a la Oración por la Paz el 31 de julio.
Así, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), convocó para el 31 de julio próximo a una Jornada de Oración por la Paz.
El propósito del rezo es pedir por la “conversión de los corazones de narcotraficantes, sicarios y victimarios de sacerdotes”, señala el mensaje donde se pide que, en todas las iglesias del territorio nacional, dedicar una oración por los delincuentes, “tenderles la mano para recibirlos con el corazón arrepentido en la casa de Dios, porque ellos también son nuestros hermanos y necesitan de nuestra oración”.
ARH