La guía de padrinos es fundamental para reforzar los valores y la fe

Ciudad de México.- La iglesia católica señala que los padres una familia tradicional, son los principales responsables de “formar a sus hijos en la fe y en la práctica de la vida cristiana, mediante la palabra y el ejemplo”.

Destaca que es tarea de ambos “alimentar la vida que Dios les ha confiado”; en este sentido se podría decir que la celebración de los sacramentos tiene una dimensión marcadamente familiar, y es que la familia es la comunidad privilegiada para la transmisión y la educación de la fe.

Los papás deben facilitar el interés religioso de sus hijos, iniciarlos en la oración personal y comunitaria, educarlos en la conciencia moral, acompañarlos en el desarrollo del sentido del amor humano, del trabajo, de la convivencia y del compromiso en el mundo, dentro de una perspectiva cristiana.

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Los papás, más que transmitir contenidos, introducen a sus hijos, y en especial a los más pequeños, en un ambiente de vida propio de una familia cristiana.

Sin embargo, uno de los retos a que se enfrenta este acompañamiento, es que padres de familia piden los sacramentos para sus hijos sólo por tradición, porque se acostumbra, pero no por una decisión de seguir a Jesucristo en sus vidas.

El primer requisito como padrino:

Se exige a quien va a desempeñar esta función, además de los requisitos de edad, recepción de los sacramentos de la Iniciación Cristiana y no estar incurso en una pena canónica, que lleve una vida congruente con la fe y con la misión que va a asumir, que sea capaz de ser testigo de Jesucristo.

El Santo Padre explica el protocolo del bautismo.

El Papa explicó el significado de la vestidura blanca y la vela encendida que se usan en el sacramento del bautismo. Dijo que se usaban desde los primeros siglos y que “simbolizan la dignidad del bautizado y su vocación cristiana”.

“Estamos llamados a preservar esta vestidura ‘sin mancha hasta la vida eterna’”, dijo el Papa.

La vela se enciende en el cirio pascual, “porque la luz procede de Cristo resucitado, de quien recibimos su esplendor y su calor”. Así, “la vocación cristiana nos impulsa a caminar en la luz de Cristo y a perseverar en la fe”.

Además, “los padres, los padrinos y las madrinas, tienen la responsabilidad de alimentar esta llama bautismal para que los más pequeños vayan creciendo en la fe”.

La celebración del bautismo se concluye con el Padre Nuestro, que es la oración de los hijos de Dios. Los niños recién bautizados aprenderán esta oración y lo que significa llamar a Dios Padre dentro de la Iglesia.

Los invito a poner los medios necesarios para que la gracia del bautismo crezca y fructifique en sus vidas.

Finalmente, el Papa Francisco pidió a los padres y madres recordar que el Bautismo es una ceremonia en la que los bebés son los protagonistas.

“Libérenlos de cosas, háganlos sentir cómodos, bien, y si tienen hambre, aliméntenlos tranquilamente aquí, frente al Señor”.

ARH