Vida y Familia
Milagro: médicos salvan a bebé prematuro nacido en crucero
Para un médico promedio, cuidar o resucitar a un bebé que probablemente cabe en la palma de su mano es una tarea increíble.
Estados Unidos.- Hace unos días, se vivió un hecho insólito a bordo de un crucero en el mar del Caribe; pues en el trayecto a bordo del Royal Caribbean, Patrina Ross, con tan solo 22 semanas de embarazo, dio a luz inesperadamente.
Todo ocurrió mientras la mujer disfrutaba de un recorrido en crucero de una semana por el Caribe; cuando comenzó a sentirse mal, por lo cual, el médico del Royal Caribbean le realizó un examen y descubrió que Patrina Ross había iniciado el trabajo de parto.
El Bebé contaba con apenas 22 semanas de gestación.
Es decir, un parto prematuro. Cabe señalar, que un parto, aun con todas las condiciones óptimas para llevarse a cabo, puede resultar peligroso tanto para la madre como para el bebé, por lo cual, el asistir un parto inesperado, sin las condiciones ni la parafernalia necesaria para un bebé prematuro, resulta casi imposible de llevar.
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Más aún, los bebés prematuros son tan pequeños y requieren un equipo tan especializado que la mayoría de las instalaciones fuera de los hospitales especializados no están preparadas para tratar con ellos.
En este sentido, las condiciones en las que se encontraban representaban un gran peligro para ambas vidas involucradas, no obstante, el Dr. Alif Patilla, el médico a bordo del barco, actuó rápidamente y contactó al Dr. Jorge Pérez, especialista en neonatología, director médico de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) y del Equipo de Transporte Neonatal de South Miami Hospital.
Así pues, el Dr. Pérez instruyó al Dr. Patilla para atender al recién nacido; le indicó cómo realizar una serie de mediciones que salvan vidas, incluido el ajuste de sus herramientas de tamaño adulto para su paciente, un microbebé prematuro.
Entre las acciones médicas se registraron; despejar las vías respiratorias del bebé e intubarlo, ajustar la configuración del ventilador hecho para adultos, monitorear la glucosa del bebé y dosificar líquidos y antibióticos.
Sin estos ajustes, es dudoso que el bebé de 2.2 libras hubiera sobrevivido.
“En el entorno actual, salvamos bebés de 22 semanas [bebés prematuros], pero nunca hemos tenido que salvar a un bebé de 22 semanas en el mar o en un crucero”.
“Para un médico promedio, cuidar o resucitar a un bebé que probablemente cabe en la palma de su mano es una tarea increíble”, explicó el Dr. Pérez para el Miami Herald.
Así mismo, el Dr. Pérez indicó que los bebés de un tamaño tan pequeño pierden calor rápidamente, por lo que instruyó al Dr. Patilla para que envolviera al recién nacido en Saran, una envoltura de plástico de uso culinario, además de aumentar el nivel del aire acondicionado de 78-80 grados.
“Los bebés de ese tamaño pierden mucho calor. Les informé que tenían que subir el aire acondicionado a 78-80 grados y envolver al bebé con Saran, en verdad era necesario envolverlo con Saran. Entonces, fueron a la cocina y tomaron envolturas de Saran y envolvieron al bebé para mantener la temperatura”.
“Solo el simple hecho de que el niño llegó aquí, obviamente es porque este niño es un gran luchador”, expresó el Dr. Pérez.
Finalmente, cuando estabilizaron al bebé y el barco llegó a Jamaica, madre e hijo, fueron trasladados al Hospital St. Ann’s Bay, donde el bebé ingresó en la UCIN.
Posteriormente, los dos fueron transferidos al Nicklaus Children’s Hospital cerca de South Miami. Según información del Dr. Pérez, el bebé se encuentra crítico, pero estable, y como cualquier bebé prematuro de 22 semanas, enfrentará un largo camino antes de ser dado de alta.
ARH