Vida y Familia

Pide la Iglesia a fieles honrar a sus muertos con buenas acciones

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México.- Con el reconocimiento de que la pérdida de un ser querido duele profundamente, seamos creyentes o no, la Iglesia Católica llamó a honrar con buenas acciones a los fieles difuntos.

En ocasión del Día de Muertos, el editorial publicado en el semanario Desde la Fe, la iglesia mexicana señaló que el misterio de la vida y la muerte nos lleva a reflexionar que nada es eterno.

“Prácticamente desde que tenemos uso de razón empezamos a ser conscientes de que las cosas y las personas son finitas. Creyentes o no, elemento material le podemos asignar la categoría de eternidad”, consideró Desde la Fe.

Reconoció que pese a esta realidad incuestionable de la muerte, nunca estamos completamente preparados para soportarla.

“Humanamente, el paso de la muerte y su sentido de pérdida de los seres más amados, nos duelen profundamente. Saber que los lazos físicos que nos unían a ellos quedan disueltos para siempre, nos causa una gran tristeza de la que muchas veces no podemos deshacernos solos”, precisó.

Reconoció que como resultado de la pandemia nos hemos hecho más frágiles y por eso llamó a revivir los mejores momentos con quienes llenaron de vida y ya no están con nosotros.

“Estos próximos días serán propicios para rememorar tantos y tan bellos momentos con quienes nos llenaron de vida: sus palabras, sus consejos, su sonrisa, su ternura, su fe, su entrega y el amor que nos dispensaron sin medida ni condiciones”, indicó.

HONRAR A NUESTROS MUERTOS CON BUENAS ACCIONES

En ese sentido, la Iglesia Católica sugirió celebrar la vida y honrar a nuestros seres queridos a partir de buenas acciones, a ser ejemplo de unidad en una sociedad que hoy urge de amor, de escucha y diálogo.

En ocasión del 02 de noviembre, día de los Fieles Difuntos, el clero mexicano llamó no celebrar a la muerte, sino a reafirmar el triunfo que Cristo nos ha obtenido por su Resurrección y de la cual todos estamos libremente invitados a participar.

Pidió que llenos de esperanza, experimentamos su consuelo de quienes ya no están como un suave bálsamo que poco a poco va curando las heridas que nos deja el dolor de la ausencia de la persona amada.

“Nuestros seres queridos fallecidos han dado ya el paso definitivo y ahora descansan en la paz del Señor. Y mientras nosotros esperamos cruzar por ese mismo umbral, sigamos, a ejemplo de ellos y con nuestras obras de caridad”, pidió la Iglesia Católica a través de Desde la Fe.

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