Cobertura especial coronavirus
Especialista recomienda priorizar atención psicológica ante efectos de la cuarentena por COVID-19
Alertó sobre epidemia de desórdenes mentales y emocionales para personal de salud y población general
Ciudad de México.- Estrés, ansiedad, incertidumbre, miedo, preocupación, sentirse vulnerable ante la muerte, son emociones y sentimientos a los que todos estamos expuestos en esta situación extraordinaria que es la pandemia por el COVID-19, son detonadores que podrían llevarnos a experimentar desórdenes emocionales, mentales y en algunos casos más radicales, acciones como el suicidio.
Es por eso que, de acuerdo con la psicóloga y especialista en terapia psicoanalítica, Berenice Vergara Sánchez, una de las prioridades en medio de la pandemia, debe ser la atención psicológica, del personal de salud en primera instancia, pero también de la población general, pues ambos, aunque en diferentes niveles, están sometidos a situaciones fuera de lo normal a través de las cuales están experimentando toda una gama de emociones con niveles de intensidad diferentes y en ocasiones hasta inusuales.
Para Berenice Vergara, “claramente hay un tema que tiene que atenderse” y esto no es un secreto, incluso el Gobierno federal ya está invitando a psicólogos al IMSS y al Sector Salud para trabajar esta parte con los médicos y el personal de salud que está en primera línea atendiendo a los contagiados de COVID-19.
La también Maestra en Psicoanálisis, consideró que hablar de suicidio como consecuencia del estrés al que está sometido el personal de salud, sería un caso muy extremo, pues hay muchos factores que tendrían que combinarse para llegar a ese desenlace; depende también de la personalidad y la historia individual de cada uno, qué trae el médico previamente, intervienen muchos otros factores y se puede llegar también a otras situaciones como ataques de pánico o depresiones, puntualizó.
“Lo que veo venir es una epidemia pero de desórdenes mentales o emocionales, no sólo para los médicos sino en general. Esto se debe al ambiente en el que estamos inmersos, a las situaciones de miedo, estrés e incertidumbre. Y sí, va a haber más depresión, ya hay más ataques de pánico, pero llegar al punto de quitarse la vida involucra otros factores adicionales que cada persona ya trae en su historia personal. Por eso es urgente atender esto a nivel médicos y población en general”.
El personal de salud psicológicamente está vulnerable
La psicoterapeuta subrayó que el personal de salud está bajo un estrés sin igual, y a pesar de que tienen los conocimientos y el perfil para trabajar bajo estrés, presión y en estas condiciones, no es lo mismo estar en una cirugía a estar en un lugar donde llega una cantidad abrumadora de enfermos y que varios de ellos están perdiendo la vida, se respira muerte, se respira enfermedad, tristeza, por mucho que sean médicos y estén preparados, también está en juego esta parte emocional.
En consecuencia, el personal de salud está en una posición sumamente vulnerable al estar al frente de la atención a todas estas personas que llegan con un virus que es incluso desconocido, muy contagioso, pero que nadie sabe a quién puede contagiar y de qué forma, y aunque hay segmentos de mayor riesgo, se han dado cuenta de que también hay gente que aunque no está en los grupos de alto riesgo no les va bien con esta enfermedad.
Con este estrés claro que se pueden desarrollar patologías o desórdenes mentales, destacó la especialista, quien consideró que para para poder reducir o minimizar esta situación, lo ideal sería tener algún tipo de atención psicológica, incluso medicación psiquiátrica si fuese el caso, cualquier herramienta que pueda trabajar en este momento las emociones puede ser de mucha utilidad.
Alertó también sobre los hábitos que podría desarrollar el personal de salud en medio de esta situación, pues si a esto se le suma que no estén descansando de forma adecuada, que desarrollen jornadas extenuantes y que no haya una buena alimentación, estos desórdenes podrían detonase con aún mayor intensidad.
Estrés postraumático
Berenice Vergara explicó que el estrés postraumático se refiere a seguir arrastrando el trauma después del hecho; y claro que es posible que los trabajadores de la salud pudieran presentar esta situación, pero hablemos más bien del estrés al que están sometidos actualmente, que podría tener efectos negativos en este momento si no lo manejan de forma adecuada.
Sí creo que habrá estrés postraumático, creo que ya no saldremos con tanta tranquilidad, creo que sí habrá una sensación de miedo y de ansiedad que se irá diluyendo, pero habrá quien por sus características de personalidad y su estructura psíquica sí puede quedarse en esta parte de seguirlo arrastrando.
Hoy por yo ya encontramos en la población trastornos de sueño, mucho insomnio, incapacidad para conciliar el sueño o gente que se despierta durante la noche. Ataques de pánico, crisis nerviosas, problemas por exceso de convivencia y pocos espacios de soledad o esparcimiento, problemas familiares que impactan en el estado de ánimo.
Estrés por las nuevas rutinas, trabajar en casa, la escuela de los niños; preocupación por temas económicos, problemas para concentrarse y poder trabajar o estudiar, desmotivación, no tener un “para qué” hacer las cosas.
Ansiedad generalizada, ataques de ansiedad y depresión, es algo que ya estamos viendo en el consultorio derivado de la pandemia. Pensemos también en la situación emocional de los familiares y amigos de enfermos y fallecidos por todo esto.
¿Y la población general?
En lo que toca a la gente común que no es personal de salud, Vergara Sánchez detalló que en su desempeño profesional ya está viendo más ansiedad en la gente; los que son ansiosos ahora están más ansiosos, los que tienden a la depresión ahora están con una depresión más acentuada.
Incluso las exigencias que vemos en las redes sociales de que se aproveche la cuarentena para aprender un idioma o para hacer algunas otras cosas que normalmente no se hacían, esto suma presión a la gente, cuando ahorita de lo que se trata es de sobrevivir de la mejor manera que se pueda, apuntó.
“Imagina que estás en una guerra, que afuera de tu casa y en las calles están matando gente, están cayendo bombas; quién realmente en su sano juicio se puede concentrar para aprender un idioma, quizá tratas de sacar tu trabajo o tu escuela lo mejor posible pero, ya de eso a estar de lo más productivo hay cierta diferencia. Habrá quien sí lo logre, pero ahorita el objetivo que debemos tener claro es la paz mental, el estar lo más tranquilos posible”.
Desatención emocional en México
La psicoterapeuta habló también sobre el caso de las familias disfuncionales a las que les tocó compartir la cuarentena bajo el mismo techo; quizá con un padre alcohólico, con algún familiar alcohólico, o simplemente que en la misma casa esté su abusador sexual, no sería nada fácil para la persona pasar una cuarentena encerrada, viviendo un infierno como el que muchos mexicanos viven en sus casas.
Berenice consideró que en general está muy poco atendida la parte emocional en México; no estamos acostumbrados a ir a terapia, a hacer meditación, y aunque cada vez hay más gente que lo hace, definitivamente está lejos de ser una práctica generalizada.
Estamos muy enfocados en el éxito profesional, en el tema de atender lo intelectual, pero no necesariamente la parte emocional, entonces sí se pueden detonar las situaciones o padecimientos que la gente ya trae y que quizá por esta desatención no se detectan.
En general consideró que la salud mental debería de atenderse más, no solamente por el tema de la pandemia que nos recuerda estos temas, deberíamos de poner más atención en nuestro bienestar emocional.
Yo lo que recomiendo a mis pacientes es no estar tan preocupados por ser productivos sino tratar de estar bien, si para estar bien te sirve leer, lee, si lo que te sirve es meditar pues medita. Tratar en la medida de lo posible estar lo más equilibrados, puntualizó.