Deportes
¿Cómo conectar con los hijos a través del deporte, sin romper el vínculo familiar?
El deporte en familia potencia el vínculo sentimental, reforzándolo y extrayendo sentimientos positivos entre padres e hijos.
La familia es clave en el éxito de un deportista, pero cuando el apoyo no es bien canalizado pueden obtenerse resultados poco benéficos
¿Cómo evitar que los pequeños que practican deporte como actividad lúdica, es decir, no profesional, sean obligados por su padres a obtener resultados positivos?
Carlos Vázquez, psicólogo de la Dirección General del Deporte Universitario (DGDU), indicó que el respaldo de familiares es necesario en etapas tempranas de la vida.
Sin embargo, el rol del padre o madre no debe mezclarse con el de entrenador ya que esto provocaría un conflicto que afectaría en diferentes aspectos a la vida deportiva del niño.
APOYO DE LA FAMILIA
Debe haber cooperación, sin que el deseo de triunfo a “toda costa” sea el objetivo para evitar que la relación entre ambos se desgaste por el propio bien del deportista.
“Es importante la familia en el aspecto de proveer a los hijos los implementos para que puedan hacer deporte como es la ropa o que lo lleves a un lugar donde se pueda practicar de manera segura. Los traslados, que sean puntuales en los pagos de las inscripciones”.
“Pero la otra situación es la expectativa de la familia y cómo van a conducirse. Aquí entramos en un terreno de arenas movedizas, si la familia no está bien asesorada y orientada en términos deportivos”.
CAMPEÓN A TODA COSTA
El psicólogo Carlos Vázquez explicó que una expectativa de la familia podría ser “quiero ver a mi campeón”, “quiero que mi hijo juegue futbol soccer” . Se espera que sea un deportista pero no siempre es así o no siempre el niño va a querer jugar futbol soccer como el papá; tal vez quiere hacer otra cosa o ni siquiera quiere estar cerca del deporte.
“Esa expectativa si no es bien canalizada, identificada y asesorada a los papás, la familia se vuelve una pesadilla para los chicos. Cuando cumplen 12 o 13 años y lo primero que hace el atleta es quererse alejar del deporte”, dijo.
EL PADRE ENTRENADOR
Incluso, indicó que cuando el padre o madre es entrenador o entrenadora de un deportista menor de edad, los problemas que surjan no terminen en la cancha.
“La persona debe tener claro hasta dónde es papá y hasta donde es entrenador, hoy en día tenemos muchos papás entrenadores, desafortunadamente, por desconocimiento, el castigo o el regaño en el deporte, escala al fin de semana. Entonces se vuelve una relación complicada, es bien triste ver porque se cometió un error en el deporte, el estado de ánimo del padre revienta en el partido y en la casa”.
Señaló que, por ello, tiene que haber una asesoría psicológica para que la situación no rebase lo deportivo.
“No le veo problema siempre que haya madurez, es difícil darse cuenta, si no hay una asesoría, el padre puede decir “estás en mi contra’, cuando no escucha lo que quiere escuchar, pueda tener esa resistencia pero lo deportivo es lo deportivo, lo familiar es lo familiar y no se mezcla”, sentenció.
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