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Rogelio Romero, de mesero a buscar medalla
Ciudad de México,— Listo para entrar en la zona de medallas en una disciplina que históricamente siempre entrega satisfacciones para México. El pugilista nacional Rogelio Romero esta a punto de cumplir su sueño, luego de calzarse los guantes, morder el protector bucal y escuchar la campana para ganar su primer pleito en las tarjetas. Ahora pensar en colgarse un metal en un ring olímpico.
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Con 26 años de edad y en la categoría de -81 kilogramos. El boxeador mexicano ya supero su primer escoyo y se mete entre los ocho primeros de la competencia, se encuentra a un triunfo de sumar la medalla 14 en el boxeo. Desde Los Ángeles 1932 con Francisco Cabañas hasta Rio 2016 con Misael Rodríguez, el boxeo siempre pasa lista de asistencia en el medallero.
El chihuahuense creció en una familia de boxeadores. Su padre influyo en el gusto por el del cloroformo, hijo del pugilista Julián ‘el chilaquil’ Romero, quien hace 32 años derroto al campeón mundial superpluma Gregorio ‘Goyo’ Vargas, lo tuvo en la lona. Y aunque sus tíos también practicaron el deporte de los puños, Romero reconoce que no ha sido fácil abrirse camino.
Cuando su padre se retiro de los cuadriláteros, ya sin la fama, pero con un dinero ahorrado, tuvo que trabajar en una taquería donde vendían birria, que ahora es el negocio familiar. En la taquería y a muy corta edad, Rogelio Romero comenzó a ganarse la vida, a conocer y driblar los golpes del destino.
“De ahí yo pague mi prepa, yo trabajaba con el, en realidad era mesero y cajero, limpiaba mesas, atendía al cliente. Me dio gusto trabajar, mi papa de inicio no era dueño, era empleado, yo por fuera de la taquería limpiaba autos”, comentó Romero.
Rogelio Romero limpiaba platos, lavaba trastes y también por treinta pesos lavaba autos en el estacionamiento del lugar. Empezaba a ganar su dinero para pagarse sus estudios mientras iniciaba su camino entrenando en los gimnasios.
No calificó a Rio, pero nunca desistió
El mexicano nacido en Ciudad Juárez tuvo que esperar para debutar en el encordado de una justa veraniega. Romero con siete años en el amateur, fue bronce en los centroamericanos del 2014 y bronce en Panamericanos del 2015, y aunque no califico a Rio 2016, nunca bajo las brazos. Se aferro a su sueño y se espero cinco años para debutar y arrancar con el pie derecho en una lona olímpica.
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Ahora con una notable carrera, Rogelio Romero dedica esta experiencia a su ex entrenador Francisco Bonilla, quien falleció a finales del 2020, pero durante seis años depuro el estilo del boxeador mexicano.
Foto cortesía