200 mil personas escucharon a Roger Waters en el Zócalo

Ciudad de México.- El músico británico Roger Waters superó las expectativas y provocó la euforia de 200 mil personas reunidas en el Zócalo la noche del sábado al hacer los mismos pronunciamientos políticos que en el primer concierto en esta ciudad, al leer una carta dirigida al presidente Enrique Peña Nieto, frente a Palacio Nacional y en una abarrotada Plaza de la Constitución, y dedicar un satisfactorio mensaje a Donald Trump.

Fiel a su espíritu contestatario y congruente con sus principios y el origen de su música, pronunció: “Señor presidente escuche a su gente. Los ojos del mundo lo están observando”, advirtió yla frase retumbó frente al Palacio Nacional y la ovación se convirtió en una consigna que en muchos corazones se transformó también en una esperanza. ¡Fuera Peña! y ¡Renuncia ya! fueron las demandas al unísono en la voz de cientos de miles. Lo mismo ocurrió en el momento de decirle a Trump que “es un pendejo” (por si no se ha dado cuenta).

Tal como lo anunció en sus redes sociales Waters tocó un repertorio que incluyó los temas más emblemáticos de Pink Floyd como Another brick in the wall.

Jóvenes y adultos comenzaron a llegar al Primer Cuadro de la ciudad desde el viernes por la tarde y continuaron arribando durante la mañana de este sábado, hasta llenar la Plaza de la Constitución, así como los corredores de las Avenidas Pino Suárez, 20 de Noviembre y la calle 5 de Febrero.

Tras la espera, a las 20:00 horas el cofundador y principal compositor de la banda Pink Floyd deleitó ofreció por más de dos horas un viaje a través de los éxitos de la banda y una la producción más espectacular que se haya visto en el Zócalo, la misma que presentó en el Foro Sol y a lo largo de la gira.

Fotos: Israel Lorenzana y Carlos Lara

Roger Waters regresó después de cuatro años de su última visita al país con una producción que contó con 200 bocinas y visuales desplegados en una pantalla de 90 metros de ancho, así como mil metros cuadrados de video. El montaje contempló un área especial para personas con discapacidad, de tal forma que nadie quedó excluido del concierto.

El show se replicó en tres pantallas instaladas en Avenida 20 de Noviembre y Uruguay; Avenida 20 de Noviembre y Plaza de la Constitución, así como Avenida José María Pino Suárez y Plaza de la Constitución, casi enfrente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El concierto concluyó de la mejor manera al despedirse al grito de ¡Viva México cabrones!