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Albert Einstein, el hombre del siglo XX
Albert Einstein fue un niño que se tardó mucho tiempo en hablar, sus padres incluso pensaron que tenía algún retraso pero llegó a ser el científico más importante del mundo.
Hijo de Hermann y Pauline, Alberto nació un 14 de marzo de 1879 en Ulm, Alemania y creció en Munich. Fue enviado a una escuela católica a pesar de ser judío.
Siempre desde pequeño fue muy independiente, estuvo entre los mejores estudiantes de la escuela elemental. En la universidad a menudo cuentan las diversas biografías se enfrentaba a sus profesores, los corregía, los contradecía.
En 1881 su familia llegó a Munich donde inició un negocio de ingeniería eléctrica, Einstein tenía dos años de edad, en esa época nació su hermana Marie, pero le decían Maja.
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A los cuatro o cinco años estando enfermo en cama, su padre le regaló una brújula magnética. El movimiento de la aguja, que volvía siempre a la misma dirección lo marcó tan profundamente que seis décadas después lo documentó en sus notas autobiográficas.
En 1905, cuando era un joven físico desconocido, empleado en la Oficina de Patentes de Berna, publicó su teoría de la relatividad especial. En ella incorporó, en un marco teórico simple fundamentado en postulados físicos sencillos, conceptos y fenómenos estudiados antes por Henri Poincaré y por Hendrik Lorentz.
Como una consecuencia lógica de esta teoría, dedujo la ecuación de la física más conocida a nivel popular: la equivalencia masa-energía, E=mc².
Ese año publicó otros trabajos que sentarían algunas de las bases de la física estadística y de la mecánica cuántica. En 1915 presentó la teoría de la relatividad general, en la que reformuló por completo el concepto de gravedad. Una de las consecuencias fue el surgimiento del estudio científico del origen y la evolución del Universo por la rama de la física denominada cosmología.
En 1919, cuando las observaciones británicas de un eclipse solar confirmaron sus predicciones acerca de la curvatura de la luz, fue idolatrado por la prensa. Einstein se convirtió en un icono popular de la ciencia mundialmente famoso, un privilegio al alcance de muy pocos científicos.
Por sus explicaciones sobre el efecto fotoeléctrico y sus numerosas contribuciones a la física teórica, en 1921 obtuvo el Premio Nobel de Física y no por la Teoría de la Relatividad, pues el científico a quien se encomendó la tarea de evaluarla no la entendió, y temieron correr el riesgo de que luego se demostrase errónea.
Einstein ¿el padre de la bomba atómica?
En esa época era aún considerada un tanto controvertida. Ante el ascenso del nazismo, Einstein abandonó Alemania hacia diciembre de 1932 con destino a Estados Unidos, donde se dedicó a la docencia en el Institute for Advanced Study. Se nacionalizó estadounidense en 1940.
Durante sus últimos años trabajó por integrar en una misma teoría la fuerza gravitatoria y la electromagnética. Aunque es considerado por algunos como el “padre de la bomba atómica”, abogó por el federalismo mundial, el internacionalismo, el pacifismo, el sionismo y el socialismo democrático, con una fuerte devoción por la libertad individual y la libertad de expresión. Fue proclamado como el “personaje del siglo XX” y el más preeminente científico por la revista Time.
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El 16 de abril de 1955, Albert Einstein experimentó una hemorragia interna causada por la ruptura de un aneurisma de la aorta abdominal, que anteriormente había sido reforzada quirúrgicamente por el doctor Rudolph Nissen en 1948.
Einstein rechazó la cirugía, diciendo: “Quiero irme cuando quiero. Es de mal gusto prolongar artificialmente la vida. He hecho mi parte, es hora de irse. Yo lo haré con elegancia”. Murió en el Hospital de Princeton a primera hora del 18 de abril de 1955 a la edad de 76 años. En la mesilla quedaba el borrador del discurso frente a millones de israelíes por el séptimo aniversario de la independencia de Israel que jamás llegaría a pronunciar, y que empezaba así: “Hoy les hablo no como ciudadano estadounidense, ni tampoco como judío, sino como ser humano”.
emc