Niega Coppola persecusión de sacerdotes

Tlaxcala, Tlaxcala.- Los recientes hechos de violencia registrados en contra de sacerdotes en México no son obra de fanáticos religiosos ni tampoco una persecución en contra del clero, aseguró el Nuncio Apostólico en México, Franco Coppola.

“Por lo que conozco, porque son situaciones que están bajo encuesta, no hay en México una persecución de los sacerdotes, no hay nadie que va buscando a los sacerdotes para matarlos y tampoco hay un ejército islámico que busca a los cristianos para asesinarlos”, sostuvo.

Dijo que algunos hechos de violencia y agresiones en contra del clero no son más que un reflejo de la situación de inseguridad que envuelve a nuestro país y descartó la aplicación de medidas y acciones particulares para proteger a los ministros de culto en nuestro país.

El primer año de Coppola en México: la Iglesia debe cambiar

En reconocimiento a la libertad de cada persona para profesar de manera libre sus creencias y preferencias religiosas, el Nuncio Apostólico dijo que la misión sacerdotal en nuestro país sólo tiene la intención de convivir con su comunidad en la búsqueda de armonía y bienestar.

En su visita a Tlaxcala para presidir la consagración episcopal del padre Julio César Salcedo Aquino, el representante del Vaticano en México comentó que es uno de los países más violentos y que, de acuerdo con información de medios de comunicación, es el lugar en el que más muertes hay después de Siria, un sitio en guerra.

Informó que México es un lugar en donde más del 80 % de sus habitantes son católicos, pero que hay dos cosas que intervienen en su sano desarrollo tales como la violencia contra el prójimo y  una tasa elevada de pobreza, como consecuencia de una riqueza mal distribuida.

En este sentido, dijo que el trabajo de la Iglesia es erradicar estos y otros problemas, pero no dudó en señalar que abatir esta desigualdad no es tarea del clero, sino de las autoridades civiles y de la sensibilidad de la gente que se dice ser católica, pero que atenta contra la integridad física de sus semejantes.

Agregó que además de la pobreza, la ignorancia, la ausencia de valores y el desinterés por invertir en una buena educación, son algunas de las causas que fomentan la organización del crimen y por lo tanto, la violencia en este país.

Finalmente, vio a los jóvenes como las personas que impulsarán el cambio en el país, pues aseveró que ese sector de la población no se resigna a vivir en el actual clima de inseguridad y que siempre busca la manera de revertir la situación.