Interés General
Cómo ayudar a su hijo a mejorar la comprensión lectora
Ayudarnos de libros con lecturas comprensivas, analizar los párrafos poco a poco o contar la historia con nuestras propias palabras son algunos de los ejercicios que podemos realizar para mejorar la comprensión lectora.
Las primeras etapas de la educación, en las que se aprende entre otras muchas cosas a leer y a escribir, son fundamentales para el desarrollo de cualquier persona. Leer, escribir y sobre todo poder comprender e interpretar un texto son habilidades básicas que utilizaremos, de forma más o menos consciente o profesional, durante el resto de nuestra vida. Y aunque aprender a juntar letras para juntar sílabas y palabras suele resultar sencillo, entenderlas adecuadamente puede resultar más complicado para muchos niños y niñas. Por suerte, se trata de algo muy común y fácil de mejorar.
La clave para solucionarlo es la práctica, la perseverancia y sobre todo la paciencia. Con motivación y las herramientas adecuadas podremos ayudar a nuestros hijos e hijas para mejorar su comprensión lectora. Uno de los métodos que podemos utilizar para acompañarles en este proceso es apoyarnos de un libro o una guía de lecturas comprensivas como las que podemos encontrar en https://www.editorialgeu.com/cb/522-lecturas-comprensivas. Estos manuales están especialmente pensados y diseñados por profesionales de la educación para mejorar la comprensión lectora, por lo que son la herramienta perfecta.
Trucos para mejorar la comprensión lectora
Además de utilizar estos libros, hay algunos trucos o técnicas que podemos emplear con cualquier texto para tratar de ayudar a que lo comprendan. Por ejemplo, debemos insistir en la idea de que los textos, artículos o incluso los cuentos no son algo desconectado de la realidad. La mayoría de conceptos, objetos, animales o lugares que aparecen en las páginas también existen en la vida real. Si habla de una mesa, tratemos de identificarla fuera del libro o de que se la imagine. Si las palabras empiezan a visualizarse en su cabeza y a conformar una historia lógica, será mucho más fácil entender el sentido completo de lo que se está leyendo.
Otro consejo es ir párrafo por párrafo. En cuanto lleguemos a un punto y a parte, analicemos lo que acabamos de ver. Podemos hacer preguntas sobre los personajes o historias que aparecen o intentar contarlo de nuevo con nuestras propias palabras. Si no somos capaces, repetiremos el ejercicio de nuevo o iremos frase por frase.
Por otra parte, es importante consultar en el diccionario todas las palabras que no entiendan y tratar de que propongan un sinónimo. Esto enriquecerá su vocabulario y les ayudará en próximas lecturas. Podemos utilizar una pizarra, una libreta o una cartulina pegada en la pared para ir anotando todas las palabras nuevas de forma divertida.
Otro ejercicio que podemos practicar con nuestros hijos e hijas es leer nosotros también y que sean ellos los que nos hacen las preguntas al terminar para ver si lo hemos entendido. Esto en realidad les obligará a prestar atención y a analizar lo que se cuenta para poder elaborar las preguntas de forma lógica.
En cualquier caso, es importante tener paciencia y motivación. A menudo es un proceso que lleva tiempo y los resultados no se ven de un día para el otro. Hay que intentar que la dificultad en la comprensión lectora no suponga una frustración sino un reto o incluso algo divertido para ejercitar.
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