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Alemania asumirá presidencia del G-20
Berlín.— Alemania asumirá el 1 de diciembre la presidencia del Grupo de los Veinte (G-20), que se anuncia como una gestión difícil en tiempos inciertos, con socios como Donald Trump, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan.
La propia canciller federal de Alemania, Angela Merkel, enfrentará elecciones generales en septiembre de 2017, por lo que se adelantó la reunión cumbre del G-20 (países industrializados y emergentes) para julio próximo en Hamburgo, siendo que suele tener lugar en otoño.
El G-20 está integrado por siete de los países más industrializados -Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido- (G-7), más Rusia (G-8).
Así como los 11 países recientemente industrializados de todas las regiones del mundo -China, India, Indonesia, México, Arabia Saudita, Australia, Corea del Sur, Turquía, Argentina y Brasil-, así como la Unión Europea, que es un participante independiente.
El G-20 representan el 90 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del mundo, así como dos tercios de la población del planeta.
Es un foro de diálogo informal entre los países industrializados y las potencias emergentes en temas centrales de la política monetaria y financiera, de la arquitectura financiera internacional, con el fin de fortalecer a esta última para evitar nuevas crisis financieras.
El G-20 está en una encrucijada: por un lado, está el interés en lograr una vinculación más estrecha entre los países que lo conforman en un mundo globalizado, y por el otro lado están las tendencias de aislamiento nacionalista y proteccionista, como lo ha proclamado el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
El logo que escogió el gobierno de Merkel para la presidencia alemana en el G-20 es el de un cordón grueso con un nudo de marinero, para significar el estar unidos y permanecer solidarios.
El lema es “Estructurar al mundo interconectado”, en el sentido de darle forma a un orden mundial en el que internet y las tecnologías de la comunicación y la información están creando nuevas condiciones a nivel internacional.
Merkel quiere fomentar la liga y cercanía entre los países miembros. La agenda de trabajo de la presidencia alemana se desarrollará con rapidez.
Los ministros de Asuntos Exteriores del G-20 se reunirán en febrero de 2017, mientras que los ministros de Finanzas harán lo propio en marzo próximo.
La presidencia de Alemania en el G-20 es una ecuación con muchas incógnitas.
La incertidumbre se debe en gran medida a que no se sabe qué rumbo va a seguir Trump, así como tampoco se sabe la dirección que tomará su gobierno en cuanto a la protección del clima, en el comercio mundial y en la regulación de los mercados financieros.
Pero Merkel no sólo quiere abordar los temas financieros clásicos del G-20, sino que este grupo asuma la responsabilidad en otras áreas relacionadas con la paz y la seguridad en el mundo; así como en el desarrollo económico donde no lo hay.
Merkel declaró recientemente en un video-podcast en su página web que el proceso de acercamiento del Grupo de los Veinte es ahora más importante que nunca, y que la concentración sólo en el propio país ha generado siempre perjuicios.
Uno de los temas centrales de la presidencia alemana es África debido a su patente desenganchamiento del curso que sigue la economía mundial.
La propuesta de Merkel es pasar, respecto a África, de la mera ayuda al desarrollo, a propiciar la generación de un verdadero desarrollo económico en ese continente, de forma que se pueda parar sobre sus propios pies.
África se ha convertido en un continente en el que hay cada vez más estados fallidos, guerras, hambre, y del que cientos de miles de personas tratan de llegar a Europa.
A eso se suma que la canciller federal alemana quiere vincular más al Grupo de los Veinte a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y permitir que se escuche a las voces críticas.
Esos actores fueron rechazados por la presidencia china del G-20, que les cerró las puertas a la participación. La globalización, de acuerdo a la línea de Merkel en el G-20, debe estructurarse en forma humana, con un orden económico y financiero que sea “humano”.
Dará también, en ese contexto, importancia al tema de la salud porque de acuerdo con su percepción, es muy cercano y relevante para el ciudadano de a pie.
China es el país que está por entregar a Alemania la presidencia del G-20. El G-20 se fundó en 1999 en Berlín como reacción a la crisis financiera en Asia en 1997. (Notimex)
AGP