México
¿Cómo afecta la inflación a los ahorros de los mexicanos?
La inflación sigue disparada en México. De hecho, como ya apuntamos, subió un 7,22 % durante la primera quincena del mes de febrero. Unos datos realmente preocupantes, sobre todo, para el pequeño consumidor. Pero ¿por qué? Aquí queremos explicar cuál es exactamente el impacto que esto supone sobre nuestros ahorros.
Pero ¿qué es la inflación?
La inflación es un concepto económico que implica el incremento sostenido y generalizado de los precios de consumo, es decir, de todos aquellos productos y servicios que existen en el mercado. Por tanto, cuanto más crece, menos cosas podemos comprar con un peso y, por tanto, menos valor tiene el dinero que tenemos en el bolsillo o que hemos ahorrado en el banco.
Por que sí, la consecuencia más negativa de la inflación es su capacidad para comerse los ahorros de los pequeños consumidores. Te ponemos un ejemplo.
Imaginemos que vamos a tener un hijo y que queremos abrirle una cuenta de ahorro. En ella, en el momento de su nacimiento, pondremos $ 15 000 que hemos ahorrado con mucho esfuerzo y, posteriormente, añadiremos $ 150 al mes hasta que cumpla los 18 años. El día que eso suceda, en esa cuenta habrá $ 47 400.
Sin embargo, no serán $ 47 400 como los entendemos ahora. Según el FMI y demás organismos económicos internacionales, lo normal es que la inflación gire en torno al 2 % anual. Ese se considera un valor ‘saludable’ para la economía ya que invita a los pequeños y grandes ahorradores a invertir su dinero.
Pues, aplicando ese 2 % durante 18 años, obtenemos el resultado de que esos $ 47 400 son realmente algo menos de $ 33 000. Es decir, en ese lapso de tiempo, la inflación se habrá ‘comido’ más de $ 14 000 de nuestro dinero. Algo que también es aplicable al saldo acumulado en Casinosdemexico.mx o en cualquier otro depósito que no ofrezca rentabilidad.
¿Cómo evitar que la inflación deteriore el valor de nuestros ahorros?
Lo cierto es que solo existe una opción a nuestro alcance dado que es prácticamente imposible que la inflación baje. Hablamos, cómo no, de invertir nuestros ahorros.
Por un lado, los fondos de renta fija ofrecen una gran seguridad, pero difícilmente van a evitar la pérdida de poder adquisitivo del dinero si la inflación se dispara por encima de ese 2 %. La otra alternativa la ofrecen los depósitos de renta variable. Son más volátiles, pero también permiten disfrutar de mucha mayor rentabilidad.
En cualquier caso, dado el valor actual de la inflación, el dinero hay que moverlo. Otra buena alternativa puede ser la de amortizar el capital de la hipoteca. Tengamos en cuenta que se trata de un tipo de préstamo bancario asociado a unos tipos de interés muy altos que minan fuertemente nuestras ganancias.
En definitiva, la inflación es un enemigo silencioso. Si no lo tenemos en cuenta, lo normal es que termine por comerse buena parte de nuestros ahorros. ¿La solución? Buscar opciones de inversión seguras pero que ofrezcan la suficiente rentabilidad.
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