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Llaman obispos a “brindar ayuda generosa” a Guerrero y Oaxaca
Tras el paso del huracán Otis
Ciudad de México.— Ante los graves daños causados en Guerrero por el huracán Otis, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) llamó a “brindar ayuda generosa a los damnificados, especialmente a los más pobres y vulnerables”.
En un comunicado, los obispos convocaron a la unidad y fraternidad de los mexicanos para que “nadie se quede indiferente ante el sufrimiento de los demás”.
En el documento, manifestaron su cercanía con las personas de las diócesis de Acapulco, Tlapa y Chilpancingo-Chilapa en el estado de Guerrero.
Además, se solidarizaron también con los habitantes del sur del estado de Oaxaca, zonas que han sufrido un mayor impacto.
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La CEM reconoce “el dolor y la angustia que embarga a miles de familias que han perdido sus hogares, bienes y medios de vida en estas zonas de desastre”.
Recordaron que por los daños a la infraestructura, impide a las localidades “acceder a servicios esenciales. Nos duele profundamente cada vida humana perdida”.
Por ello, los obispos solicitaron a las autoridades de “los distintos órdenes de gobierno” a redoblar y coordinar sus esfuerzos para apoyar a las víctimas, garantizando su seguridad y abastecimiento de alimentos, agua, medicamentos y alojamiento temporal.
”Desde las diócesis y parroquias se brindará acompañamiento espiritual y material en la medida de nuestras posibilidades. No están solos, cuentan con nuestras oraciones y con la providencia divina que nunca abandona”.
Finalmente, llamaron a renovar la confianza en Dios, pues “él transforma toda aflicción en esperanza. Unidos y solidarios lograremos salir adelante”.
La madrugada del miércoles, Otis, uno de los huracanes más potentes registrados, golpeó al estado de Guerrero como categoría 5.
Apenas el fin de semana pasado, el huracán Norma impactó en La Paz, Baja California Sur, dejando tres muertos.
JAHA