Estados

“Ya no hay otra manera de ser obispo”: Raúl Vera

Publicada

on

Foto Cuartoscuro

Saltillo.— El obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, adelantó la carta de su renuncia que será presentada al papa Francisco en los próximos días.

Asimismo, aprovechó para hacer un balance de su ministerio episcopal de 32 años a través de las diócesis de Ciudad Altamirano, San Cristóbal de las Casas y Saltillo.

Según el derecho canónico, los obispos deben presentar esta carta al pontífice al llegar a los 75 años y ponen a su disposición el tiempo que el Papa considere para realizar los cambios episcopales necesarios.

Raúl Vera cumple el próximo 21 de junio los 75 años, pero decidió adelantar el envío de la carta de renuncia y explicar en qué consiste este protocolo y responder inquietudes de fieles y medios sobre su ministerio como obispo.

A través de un encuentro virtual, Vera respondió preguntas de la audiencia. Confirmó que esperará la decisión del Santo Padre y que, hasta que el pontífice disponga, continuará sirviendo en la diócesis con el mismo ímpetu y compromiso: “Para proveer un nuevo obispo [a la diócesis], el Papa va a tomar el tiempo que necesite. Eso ni lo pienso. No voy a alterar mi vida”.

A pregunta expresa, Raúl Vera compartió sus experiencias a través de las dificultades que vivió y tuvo que enfrentar como obispo: “En la primera diócesis [Ciudad Altamirano] me tocó resolver un problema que encontré pues estaba dividida la diócesis… Cuando fui a Chiapas [como obispo coadjutor en San Cristóbal de las Casas en tiempo de Samuel Ruiz] estaba el tema de una guerra sucia que habían hecho contra los indígenas que se atrevieron a pedir justicia y que, algunos se armaron dentro de un ejército, un grupo mínimo. El Ejército Zapatista representaba un porcentaje muy pequeño de los indígenas, pero la simpatía era muy grande. Estaban en un diálogo, y la diócesis era mediadora y no sólo con don Samuel por sí solo, toda la diócesis lo apoyaba”.

Vera recuerda que durante su colaboración en la comisión para el diálogo en el sureste pudo corroborar que el problema de fondo fue “el gobierno de entonces, a través del ejército, organizó paramilitares, que eran también indígenas pero que les ofrecían armas, uniforme y salarios. Había grupos paramilitares que no sólo mataban, sino que expulsaban de comunidades, los sacaban de sus casas, les saqueaban sus casas, quemaban casas, desbarataban y desmontaban las cooperativas, todo lo que se había logrado… los centros de salud que ellos habían creado. Y los echaban y no les dejaban continuar, les robaban su café. Nos tocó luchar, a brazo partido”.

Te puede interesar Obispo salva la vida en fuego cruzado

El obispo, nominado en varias ocasiones a premios internacionales de Derechos Humanos y Paz, respondió que él no pretendió tener una participación política “sencillamente el amor al prójimo me llevó a trabajar por la justicia, por los derechos humanos”. Por este compromiso, Vera considera que el trabajo directo con los migrantes, los familiares de los mineros en Pasta de Conchos y los familiares de los desaparecidos (además de los horizontes del Plan Pastoral) son los cambios significativos que logró desarrollar en la diócesis de Saltillo.

Para Vera, todas las luchas que ha emprendido han sido complicadas; pero primordialmente le inquita la organización madura que requiere la Iglesia: “Porque se trata de un cambio de mentalidad. El Concilio Vaticano II es un cambio de mentalidad y en la Iglesia, en general, ha habido muchos frenos a la aplicación del Concilio por el problema del clericalismo”.

Sin embargo, confirma: “Ya no hay otra manera de ser obispo. Si no atendemos a las víctimas o a los necesitados; ya no hay otra manera. Cuando lleguemos al cielo, el Señor nos va a preguntar: ‘Tuve hambre, ¿me diste de comer? Tuve sed, ¿me diste de beber? Estuve desnudo, ¿me vestiste?’ O, nos dirá: ‘¡Pasa! Porque cuando tuve hambre me diste de comer, sed y me diste de beber, desnudo y me vestiste’. Entonces nosotros le preguntaríamos: ‘¿Y cuándo hice yo eso?’ Y Él nos responda: ‘Cuando lo hiciste con los más insignificantes de mis hijos’. Esto es irrebatible. Entonces no podemos de otra manera. El Papa hoy dice: Los más importante para el Evangelio son los pobres. Si hacemos una evangelización de espaldas a los pobres no la vamos a hacer cuando lleguemos al final de nuestra vida”.

Finalmente, el obispo Vera -formado en la Orden de Predicadores, dominicos- sintetiza que prefiere hablar de una teología latinoamericana en lugar de una teología de liberación: “El Evangelio libera y hay teología latinoamericana. Y el papa Francisco es parte de ella. Es la línea de la incidencia para un cambio de la sociedad. Por supuesto, seguiré en esto hasta que me muera”.

Información de VC Noticias

Siete24.mx

ebv

haga clic para comentar

Te Recomendamos

Salir de la versión móvil