México

Fracasa calendario escolar; alumnos y maestros “matan” clases

Publicada

on

Ciudad de México.— Acudir a la escuela estos días se convierte en una aburrida guardería donde alumnos y maestros, agotados de haber transitado por un ciclo escolar entero, se ven obligados a improvisar actividades y en muchas ocasiones, aunque tengan programas aún por cumplir, el elevado índice de ausentismo hace de la jornada escolar un tedioso suplicio.

El calendario escolar 2016-2017 fue modificado con diferentes objetivos, como fortalecer aprendizajes específicos, apoyar el desarrollo profesional docente, alentar la autonomía de gestión escolar y mejorar el uso del tiempo de madres trabajadoras con hijos, entre otros.

 

No obstante, al cierre del ciclo escolar en curso, está en duda que este nuevo calendario haya cumplido con sus objetivos y por el contrario, padres de familia e incluso los propios maestros piden al titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño, regresar al calendario anterior.

De acuerdo con el calendario oficial de la SEP, para las escuelas cuyo curso escolar es de 200 días, el martes 18 de julio inician las vacaciones de verano; para las escuelas que eligieron el calendario de 185 días, las clases terminaron desde el 27 de junio.

Te puede interesar Padres piden cambios drásticos en educación

Padres de familia, maestros y legisladores consultados por Siete24 Noticias, consideraron una pérdida de tiempo el calendario de 200 días, pues las evaluaciones finales se mantienen igual para todas las escuelas –la segunda y tercera semana de junio-, por lo que las semanas posteriores prácticamente ya no hacen nada más que matar clase.

En forma generalizada, padres de la Escuela Primaria “Margarita Maza de Juárez”, de la colonia San Rafael en la Ciudad de México, consideraron que no hay caso ya de continuar con las clases si esto no va a repercutir en que haya un mejor nivel en los niños.

“El tiempo que se le dedique a la escuela debe ser de calidad, y no porque amplíen el horario será mejor la educación, deberían dedicar más tiempo a las materias a las que no se les está dando la atención, como matemáticas, Tecnologías de la Información y Computación (TIC), y español. Ampliar el calendario no implica mejorar, al contrario, ahorita los niños ya empiezan a faltar por lo mismo que ya no están haciendo nada. Acabaron las evaluaciones y los niños ya no vienen por eso. (…) Deberían de dedicar más recursos a TIC e inglés y no ampliar el calendario. No veo ningún beneficio en comparación con el anterior calendario”, comentó César de Aquino, padre de dos hijas que cursan quinto y tercer grado en la Escuela Primaria “Margarita Maza de Juárez”.

Elizabeth González, madre de un niño que cursa segundo grado en esta misma primaria, dijo que el calendario ampliado no cumple las expectativas, porque la entrega de calificaciones fue a la par de las demás escuelas, desde la última semana de junio, por lo que “ahorita los alumnos ya no están viendo nada”.

En general los demás padres consultados se pronunciaron en este mismo sentido, consideraron que el nuevo calendario sería bueno si se aprovecharan las horas adicionales de escuela. A pregunta expresa sobre qué le dirían al secretario Nuño con respecto a este tema, la respuesta generalizada fue: regresar al calendario anterior.

La profesora Beatriz Núñez Martínez, con más de 30 años de experiencia como maestra frente a grupo y como directora de escuelas públicas, comentó que el calendario escolar parece un nuevo experimento de las autoridades educativas sin tomar en cuenta las verdaderas necesidades de los alumnos y docentes.

“Este calendario es avalado por las autoridades de mayor jerarquía, creo que como siempre nos ponen como conejillos de indias y esta es otra de las pruebas de que las autoridades educativas actúan sin pensar en las necesidades de descanso de los docentes”.

Te puede interesar México necesita maestros con ética

 
La profesora Núñez señaló que los docentes hoy en día están muy cansados, porque no solamente les toca educar a los niños, sino que tienen que atender también “la venta” de Cruz Roja, campañas de vacunación, y hasta la colecta del Teletón; “muchas cosas más que no le corresponden al sector educativo, (…) todo este tipo de cosas van cansando a los maestros, si nos permitieran trabajar como hace años, exclusivamente en el área educativa, otro cantar sería”.

Indicó que por la necesidad que muchos padres de familia tienen de trabajar, ven a las escuelas como guarderías en lugar de ser forjadoras del éxito de los seres humanos del mañana, y no obstante que muchos estuvieron a favor de esta ampliación del calendario, ahora están sufriendo las consecuencias.

La maestra Beatriz Núñez hizo un llamado para que quienes hoy tienen en sus manos la educación del país, tanto el secretario Aurelio Nuño como diputados y senadores, para que consulten no nada más a los padres de familia, sino también a psicólogos y pedagogos mexicanos de renombre, para ponderar daños y beneficios de quitar a los niños el descanso que tenían de julio y agosto completos, lo mismo con respecto a los maestros, que  tienen que descansar para poder ofrecer una educación de calidad; sugiero que se regrese el calendario anterior, comentó.

Por su parte, la directora de una primaria particular en la Ciudad de México, quien pidió no revelar su nombre, dijo que lo que no se consideró a la hora de hacer este tipo de planeaciones, es que muchos padres de familia desde el inicio del ciclo escolar planean sus vacaciones, compran boletos de avión y hacen reservaciones.

Esto les ha traído como consecuencia que continúan labores con un 10 por ciento de la población estudiantil, lo que hace compleja la operación de un salón de clase con tan pocas personas.

“Podemos decir que no se está cumpliendo a cabalidad con el objetivo, y al no prever estas situaciones de haber cumplimiento como se esperaría –por parte de alumnos y padres de familia-, hay menos posibilidad de concluir no sólo el programa, sino actividades como ceremonias de cierre que ya estaban programadas con fechas establecidas”.

La profesora consideró que habría que hacer una revisión muy a fondo de las actividades que la SEP pide, a fin de establecer una fecha donde se tenga la certeza de que se va a cumplir como debe de ser con todas las actividades, optimizando tiempos y programas para llevarlos a cabo como se debe.

Por su parte el senador de la bancada del PT-Morena, Zoé Robledo, integrante de la Comisión de Educación del Senado, señaló que como muchos otros temas referentes a la reforma educativa, la implementación de este nuevo calendario deja más dudas que certezas.
 
“El calendario cuando se planteó a la par del nuevo modelo, se hizo en función de eficientar tiempos, de hacer mucho más efectiva en términos de aprendizaje la presencia de los niños en las aulas, creo que en muchos temas puede ser que la intención haya estado correcta pero la aplicación ha sido incorrecta, no por culpa de los profesores, más bien es por una incapacidad que ha habido de la autoridad educativa de poder transmitir sus intenciones”.
 
El legislador sugirió entrar en una etapa de revisión del calendario para revisar qué es lo que está pasando y corregir.
 
“El ejercicio de la autoridad y el poder en una democracia debe ser mucho más deliberativo, menos sensible a la crítica, porque pareciera que todo lo que se les dice los enoja, los irrita, cuando estos comentarios lo que podrían favorecer es fortalecer una buena intención. Claro que deben de revisar que es lo que está pasando”, destacó.
 
El senador del PAN y presidente de la Comisión de Educación en esta Cámara, Juan Carlos Romero Hicks, consideró que es prematuro hacer una afirmación, no obstante, se tiene que evaluar cómo se está aplicando este calendario y de ahí determinar si hay que hacer ajustes.
 
“Hay que hacer la evaluación, porque cuando se ajustó la posibilidad del cambio de calendario de 200 a 185 días, no era para disminuir las horas de clase, era para redistribuir siempre y cuando: primero, se cumplieran los programas de estudio, segundo, se tuvieran los horarios acumulados de las horas calendario, y tercero, que no hubiera espacios libres en que los alumnos estuvieran fuera de actividad”.
 
El legislador se dijo consciente de que hay casos de escuelas que terminaron el plan de estudios de forma anticipada e hicieron evaluaciones finales, lo que no significa que no puedan tener otras actividades; “lo importante no es tenerlos en presencia sin trabajo, pueden estar haciendo tareas propedéuticas, deportivas, culturales, aprendiendo otras habilidades”.
 
Sostuvo que matar clase no es lo ordinario ni lo deseable; “el cambio se hizo también para cumplir el programa de estudios y aprovechar espacios de otras formas, en deporte, en recreación, cultura, habilidades digitales”.

ebv

haga clic para comentar

Te Recomendamos

Salir de la versión móvil