La esperanza vive en Chimalpopoca y Bolívar

Ciudad de México.— En el segundo día de labores de rescate en el edificio colapsado en Chimalpopoca y Bolívar, en la Colonia Obrera en donde había una empresa textilera, una de juguetes y otra más de cámaras de video, no se ha tenido la suerte de ayer cuando se pudo rescatar a 16 personas de las cuales 15 salieron con vida.

Este miércoles se reportó el rescate de dos personas, de las cuales solo una salió con vida.

Este era un edificio de cinco plantas y un sótano que colapsó el martes a causa del temblor; de acuerdo con reportes de Protección Civil de la CDMX, van hasta el momento 18 personas rescatadas. 16 con vida y dos sin ella.

Según Protección Civil ayer hubo 15 personas rescatadas vivas y un fallecido el día de ayer. Hoy van dos, una mujer con vida que fue sacada de los escombros del edificio alrededor del medio día, y una persona más sin vida.

Se estima que hay aún al menos unas 40 personas atrapadas.

El rescate de la mujer con vida revivió el ánimo de los trabajos que allí se realizan. Hubo un grito de júbilo generalizado cuando sacaron a la mujer de los escombros, esto mantiene la esperanza de encontrar a más gente con aún con vida sin embargo poco ha sido el éxito pues a pesar de los esfuerzos ininterrumpidos siguen sin aparecer más personas.

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El trabajo se ha realizado casi únicamente con picos, palas, mazos y algunas herramientas eléctricas, ninguna maquinaria pesada para acelerar el retiro de techos y paredes derrumbadas, pues ‘los topos’ de la Ciudad de México, elementos de Protección Civil capitalina, han sido cuidadosos e insistentes en que así sea a fin de evitar la posibilidad de que con el uso de maquinaria pesada se presione la estructura de tal forma que se podría acabar con las vidas de posibles sobrevivientes.

Con el apoyo de 2 grúas gigantes, dos plumas con capacidad para cargar 200 tons cada una, se han retirado tramos grandes de techo y paredes que se aseguran con cadenas y cables de acero, esto con el fin de ir retirando capa por capa desde la parte de arriba sin presionar la estructura.

Más de un centenar de rescatistas civiles y militares desarrollan actividades encima del edificio colapsado, y cientos de trabajadores y voluntarios, hombres y mujeres de todas las edades aunque principalmente jóvenes, entran y salen cuando se les indica entrar por escombro, meter polines, llevar agua, ofrecen comida, piden guardar silencio con las manos arriba como es la señal para este efecto.

Los víveres, ya sea agua, comida y hasta herramientas han llegado en suficiencia, solo basta solicitar algo vía redes sociales o a través de los chats de WhatsApp, y en pocas horas ya se obtiene respuesta, la sociedad mexicana una vez más rebasó cualquier forma de organización gubernamental.

ebv