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Crimen organizado ha rebasado al gobierno: Obispos

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Ciudad de México.— La Iglesia católica consideró que el crimen organizado, en sus muy variadas formas, ha ido invadiendo más espacios y pareciera que son ellos los que mandan y que el gobierno está rebasado y ausente.

A través de un mensaje, la Conferencia del Episcopado Mexicano externó que muchos ciudadanos se sienten indefensos e impotentes, ya que no se atreven a hacer denuncias formales, por el peligro de muerte que les asecha si lo hacen.

“Me resisto a creer que haya un acuerdo entre las altas autoridades federales y los capos de los diversos grupos criminales, pues este sería el peor escenario de lo que nos pueda pasar”.

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En ese sentido, reconoció que las víctimas no sólo afecta a los grandes empresarios y dueños de industrias y comercios; también a los vendedores de mercados, dueños de pequeñas tiendas de abarrotes, de puestos de comida en la plaza, de autotransportes, de agricultores.

Si no cumplen con el “cobro de piso” que arbitrariamente les imponen, les queman sus vehículos, sus comercios y restaurantes, sus casas, y los eliminan impunemente. ¡Cuántas personas han tenido que salir huyendo de sus domicilios y buscar refugio en otras partes, incluso emigrar fuera del país! ¿Dónde está la autoridad, que tiene la obligación constitucional de proteger a la ciudadanía? Ya no vale echar siempre la culpa a gobiernos anteriores, sino asumir su propia responsabilidad. ¿En quién podemos confiar y a quién podemos acudir?

El obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, reconoció que como jerarquía de la Iglesia, se cuestionan en qué han fallado, pues muchos delincuentes se declaran creyentes y piden sacramentos para sus hijos.

“No vale culpar sólo al gobierno, sino asumir también nuestras responsabilidades pastorales. Tenemos que revisar nuestras celebraciones y predicaciones, las catequesis, nuestra relación con diversos sectores de la sociedad”.

Ante ello, los obispos mexicanos, en el Proyecto Global de Pastoral 2031+2033 lamentan la desaparición y muerte de miles de jóvenes en los últimos tiempos; muchos de ellos envueltos en la violencia, el narcotráfico, la trata de personas, la falta de oportunidades, el desempleo, la migración y el descarte.

“Un país sin adolescentes y jóvenes sanos, humana y socialmente, es un país sin futuro”.

Ante la situación de tanta violencia que se vive en el país, los obispos optaron por una iglesia comprometida con la paz y las causas sociales, con estos compromisos:

1. Incorporar la Doctrina Social de la Iglesia como un eje transversal en la formación de los agentes de pastoral, en las catequesis ordinarias y pre-sacramentales de todos los fieles cristianos.

2. Impulsar y reconstruir el sentido comunitario de nuestras comunidades, para que toda persona se involucre y participe en las causas sociales de la sociedad.

3. Dialogar y colaborar con la sociedad civil y con los organismos nacionales e internacionales para construir la paz.

4. Apoyar y acompañar las causas indígenas en el cuidado y protección de sus riquezas naturales, de su territorio y su cultura.

5. Apoyar la fundación de centros de Derechos Humanos en las comunidades cristianas, de manera que se fortalezca el Estado de derecho en nuestro país.

6. Recibir con caridad, acompañar, defender los derechos e integrar a los hermanos y hermanas migrantes que transiten o deseen permanecer con nosotros.

7. Fomentar el sentido de responsabilidad civil de los ciudadanos.

Mensaje íntegro “Otro país, sin violencia”

ebv

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