México
Envían misión especial a México para analizar casos de abuso sexual
Ciudad de México.— Scicluna y Bartomeu, hombres de absoluta confianza del papa Francisco en temas de abusos y encubrimiento, han recibido la encomienda de visitar México.
Será una parada de siete días en la Ciudad de México para ayudar a la Iglesia nacional en su respuesta al desafío que plantean los abusos sexuales contra menores cometidos por ministros de culto.
Charles Scicluna, arzobispo de Malta y secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y Jordi Bartomeu, oficial del dicasterio, son expertos en pederastia clerical.
Ambos participaron en misiones especiales a Chile en 2018 para recabar, estudiar e integrar un informe al papa Francisco sobre el estado de las denuncias contra ministros por abuso sexual, así como para evaluar la respuesta de los obispos y superiores ante la solicitud de justicia de las víctimas.
En aquel entonces Scicluna confesó haber abierto “la Caja de Pandora”. Al final de aquel episodio, durante el encuentro de los obispos de Chile con el papa Francisco en el Vaticano, todos los pastores chilenos entregaron su renuncia al pontífice y, en el primer año, Francisco aceptó siete dimisiones anticipadas.
En febrero pasado, el nuncio apostólico en México, Franco Coppola, visitó al papa Francisco en Roma y a varios dicasterios de la Santa Sede para solicitar algunas definiciones respecto a los casos ya comprobados de abuso sexual y encubrimiento de obispos y superiores religiosos.
La respuesta del pontífice ha sido el nombramiento de esta misión especial para la Iglesia en México.
Tanto la Nunciatura Apostólica en México como la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) han explicado que la visita ordenada por el Papa es una oportunidad para que todas las personas que tengan denuncias o inquietudes sobre la acción de las autoridades eclesiásticas en México respecto a los crímenes de abuso sexual contra menores acudan a compartirla con los delegados del pontífice.
Los obispos de México agradecieron el envío de la misión de colaboración pues adelantan “busca beneficiar a los más pequeños y vulnerables impulsándonos como Iglesia, y en específico a nosotros como obispos, a continuar custodiando a estos hermanos nuestros. Confiamos en que servirá para mejorar la respuesta a estos casos, buscando la acción de la justicia civil y canónica bajo el principio de tolerancia cero para que ningún caso quede impune en nuestra Iglesia”.
La CEM adelantó que tanto el órgano colegial de los obispos mexicanos como el Consejo Nacional de Protección de Menores han trabajado en los últimos años para “luchar de forma responsable, transparente y clara contra la cultura del abuso y el sistema de encubrimiento que le permite perpetuarse”.
En enero pasado, la CEM pidió a las autoridades civiles mexicanas la eliminación de la prescripción del delito de abuso sexual en el Código Penal (uno de los impedimentos para ejercer justicia en casos viejos) y aseguró que, con base en recuperación de datos parciales, tenían registro de 271 casos de abuso sexual cometidos por sacerdotes diocesanos en los últimos 10 años y 155 casos que se estima fueron llevados también a la fiscalía especializada en delitos sexuales.
La CEM exhortó a los obispos mexicanos y a los superiores de las congregaciones religiosas presentes en el país a mostrar apertura y disposición ante la misión. También hicieron un reconocimiento al “valor de las víctimas que han levantado la voz, el trabajo de investigación y difusión de los medios de comunicación, así como la lucha de muchos miembros de la Iglesia y personas de buena voluntad comprometidos con la protección de los menores”.
El nuncio Coppola detalló que los delegados del papa Francisco estarán en México del viernes 20 al viernes 27 de marzo.
El 20 sostendrán un encuentro con todos los obispos de México en las instalaciones de Casa Lago en Cuautitlán Izcalli; el lunes 23, Scicluna y Bartomeu se reunirán con los superiores de las congregaciones religiosas de México en la CIRM en la colonia del Valle; y el resto de la semana recibirán a las personas que soliciten audiencia en la Nunciatura Apostólica en la colonia Guadalupe Inn.
En recientes declaraciones a la revista Proceso, Franco Coppola afirmó que algunas víctimas en México no habían presentado denuncias contra ministros, pastores y religiosos “por miedo” y “desconfianza”; pero adelantó que, los tribunales eclesiásticos acogerán las denuncias, las investigarán y juzgarán: “Se hará justicia”, enfatizó.
En el escenario de casos ventilados en los medios de comunicación, la misión de Scicluna y Bartomeu se enfrentará a los delicados casos acontecidos en congregaciones como los Legionarios de Cristo, Franciscanos, Mercedarios o Maristas; pero también aquellos ocurridos bajo el cuidado de obispos en las diócesis de San Luis Potosí, Oaxaca, Ciudad de México, Saltillo o Piedras Negras.
La misión especial de los delegados del papa Francisco parece responder a la dificultad de que algunas instituciones eclesiásticas en México (diócesis y congregaciones) tienen para asumir los cambios de ‘cero tolerancia’ en el combate a los casos de abuso sexual, así como la persistencia de situaciones omisión y encubrimiento a sacerdotes y religiosos por parte de autoridades eclesiásticas. Y es que no todos los obispos diocesanos ni todos los superiores de comunidades religiosas en México han mostrado intenciones de asumir plenamente el compromiso de erradicar los crímenes de abuso sexual o facilitar que las autoridades civiles ejerzan la ley en ministros denunciados ante el código penal o canónico.
Por ejemplo, a pesar de los esfuerzos del Consejo Nacional de Protección de Menores, sólo 14 de 98 diócesis mexicanas han implementado su consejo diocesano de protección y sólo dos congregaciones religiosas (Legionarios de Cristo y Agustinos Recoletos) se han sumado en esfuerzos interinstitucionales de prevención de abuso sexual.
Tal como sucedió en 2018 en Chile, se espera que Scicluna realice al final de su misión en México un informe que será entregado al papa Francisco sobre el estatus de los avances o deficiencias en las instituciones católicas mexicanas (diócesis y congregaciones religiosas) respecto a la atención a las víctimas, la satisfacción de sus denuncias y la colaboración con las autoridades civiles.
Información VC Noticias
ebv