La violencia como estrategia de negociación

Ciudad de México.— México no es el mismo desde la detención y liberación de Ovidio Guzmán López, hijo del capo y líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera alias “El Chapo”, con el supuesto objetivo de mantener la paz en Culiacán.

Fueron las mismas fuerzas de seguridad que dejaron en libertad al hijo del capo de la droga, así lo confirmó el secretario de Seguridad del gobierno federal, Alfonso Durazo, explicando que se tomó la decisión para proteger vidas e incluso con el conocimiento y autorización del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

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De acuerdo con especialistas, quizá Ovidio Guzmán hizo valer el artículo 14 de la Constitución que establece que nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho.

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Incluso también el artículo 16 podría ser aplicado en este caso, pues menciona lo siguiente: Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento.

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Guzmán López, de 29 años, es uno de los delincuentes más buscados por la Administración para el Control de Drogas (DEA) y enfrenta una acusación por tráfico de narcóticos en Estados Unidos. Su frustrada detención, que no se logró por el repliegue de unos 30 efectivos militares, ha sido justificada por el presidente López Obrador como “una estrategia” para evitar una “masacre” por encarcelar a un capo.

Julio Jiménez, doctor en derecho, consideró que las autoridades mexicanas están “mandando señales” a otros fugitivos de que ahora se aplica una “tolerancia exprés” que les permitiría salirse con la suya si tienen suficientes sicarios que eviten su arresto formal.

“El Estado mexicano les está diciendo a los capos que lo pueden extorsionar y que está dispuesto a ser su rehén y que si lo amenazan cumplirá con todo lo que le pidan. Los sicarios ahora podrían pensar que si los detienen usarán la violencia como una estrategia de negociación, algo que es muy problemático”, dijo el especialista en derecho a Siete24 Noticias.

Cabe recordar que cuando inició su administración, Andrés Manuel López Obrador declaró que en México ya no es prioridad detener a los grandes jefes de los carteles, sino garantizar el bienestar de sus connacionales.

ebv