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Papa declara nuevo patrono para católicos en México

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Vaticano.- El papa Francisco, a través de la Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramento, autorizó que los laicos católicos mexicanos tengan como nuevo patrono al beato, jaliciense Anacleto González Flores, uno de  los muchos mártires cristianos de la era post-revolucionaria y de la persecución religiosa.

Desde este momento, los católicos mexicanos que no tengan un ministerio de orden sagrado (como obispos o sacerdotes) o una profesión a congregaciones religiosas (monjes, religiosas y consagrados) tienen un nuevo patronazgo espiritual cuyo ejemplo de vida debe recordarles que “el camino a la santidad es un martirio vivificante”, asegura la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

Anacleto González, mártir de la persecución religiosa en México

En 2017, los obispos católicos de México votaron unánimemente para proponer a la Santa Sede a este mártir cristiano como el patrono de los laicos católicos y para instituir el tercer fin de semana de noviembre –durante la Solemnidad de Cristo Rey del Universo- como el ‘Día del laico católico’. Las autoridades del Vaticano recibieron la solicitud y autorizaron, bajo la venia del papa Francisco, que Anacleto González, beato y mártir, fuera el nuevo patrono de los laicos y que la Iglesia católica en México cada año celebre este patronazgo.

El documento escrito en latín y proveniente de Roma indica que el Beato Anacleto González Flores puede recibir de ahora en adelante especial veneración por los laicos católicos mexicanos. Indica que González Flores es un ejemplo para los creyentes “por su intensa vida de piedad, su fecundo apostolado, el enorme testimonio de su fe y su propia sangre derramada”.

Documento pontificio del patronazgo

La misiva está firmada por el cardenal prefecto de la Congregación para el Culto Divino, Robert Sarah, y confirma al Beato Anacleto González Flores, Mártir, Patrono del Laicado en México.

 

¿Quién fue Anacleto González?

Anacleto González Flores fue un católico mexicano nacido el 13 de julio de 1888 en el seno de una familia humilde de Tepatitlán, Jalisco. Recibió formación en el seminario de San Juan de los Lagos pero declinó la formación al  ministerio sacerdotal para orientar sus estudios hacia la abogacía y las leyes. Desde su vocación laical fue un fecundo orador, catequista y líder social cristiano de las comunidades católicas en Guadalajara.

Creció en el contexto de la Revolución Mexicana y se involucró en los diferentes conflictos principalmente desde la defensa de la participación comunitaria, la acción social y política de los católicos, la organización laboral y la espiritualidad de la fe en la vida pública y privada.

Durante la consolidación del estado post-revolucionario mexicano, Anacleto González ejerció un liderazgo social –a través de la Unión Popular- para crear una resistencia pacífica a las pretensiones de los gobiernos militares para desprestigiar y reducir la actividad católica en el país. Sin embargo, tras la Ley Calles en 1926 (Ley de Tolerancia Religiosa) que abrió el camino a la violencia en la llamada Guerra Cristera, González Flores apoyó abiertamente a la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa hasta sufrir en carne propia la persecución, tortura y martirio por parte del jefe de operaciones militares de Jalisco, el general de división Jesús María Ferreira.

El general Ferreira le pidió a Anacleto González revelara el paradero de los rebeldes contra el gobierno, le exige que diga dónde se ubicaban sus centros de acopio, los recursos para sostener la resistencia católica, los nombres de otros cabecillas y, sobre todo, el paradero del arzobispo de Guadalajara, Francisco Orozco Jiménez, pues el gobierno callista implementó una auténtica cacería de obispos, sacerdotes y religiosos católicos. González Flores se negó a colaborar con el militar y recibió torturas que se registraron para la posteridad: “descoyuntaron sus extremidades, le levantaron las plantas de los pies y, a golpes, le desencajaron un brazo […] antes de morir, Anacleto González dijo al general Ferreira: ‘Perdono a usted de corazón, muy pronto nos veremos ante el tribunal divino, el mismo juez que me va a juzgar, será su juez, entonces tendrá usted en mí, un intercesor con Dios”. El militar ordenó que lo traspasaran con el filo de una bayoneta calada”.

En 2005, la Iglesia católica declaró a Anacleto González Flores como beato y mártir; este 2019, la Santa Sede lo nombró Patrono de los Laicos Católicos Mexicanos.

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