México
Reinventar el papel educador de la Iglesia: obispos a 10 años de exhortación educativa
Ciudad de México.— Para conmemorar una década de la publicación del documento ‘Educar para una Nueva Sociedad’ de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la dimensión de Educación y Cultura convocó a cuatro de sus principales promotores del histórico documento: los cardenales Carlos Aguiar Retes y Alberto Suárez Inda; y los arzobispos Christophe Pierre y Alfonso Cortés Contreras. Los cuales, además de reconocer la audacia del ejercicio de construcción del texto y la puesta en dinámica pastoral en diferentes regiones del país, hicieron un nuevo exhorto a esforzarse en la reinvención del papel educativo de la Iglesia en México.
A través de un programa especial de ‘Diálogos por la esperanza’ conducido por el sacerdote Eduardo Corral, secretario ejecutivo de la dimensión educativa y de cultura del episcopado mexicano, los dos cardenales y los dos arzobispos que, entre el 2012 y 2013 lideraron diferentes esfuerzos de diálogo, construcción y promoción del principal documento educativo de la Iglesia mexicana en el siglo XXI, reconocieron esa propuesta de encuentro, diálogo y acción pastoral con criterios de juicio para entender y atender la educación en México.
“Este contenido ha suscitado otras reflexiones y propuestas en México y otras partes del mundo; fue presentado en varios foros, espacios, generando inquietud e interés y por supuesto motivado creatividad para atender el cambio de época que vivimos”, afirmó Corral quien también recordó que, aunque fue publicado ocho años antes de la convocatoria del papa Francisco por un Pacto Educativo Global, el documento se encuentra en “sintonía plena” con la exhortación pontificia.
En su intervención, el actual nuncio en Estados Unidos, Christophe Pierre, recordó que detrás del documento ‘Educar para una Nueva Sociedad’ tiene su impulso con el Documento de Aparecida del 2007, realizado por la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe.
Especialmente por su llamado a ser “una Iglesia en salida y de conversión pastoral. Eso nos definió como una Iglesia al servicio del mundo”.
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“Aparecida fue la inspiración clave para el documento, al ofrecer un discernimiento sobre la situación general y explorar una respuesta ante la emergencia educativa, que recoge las crisis más profundas: crisis antropológica, educativa y cultural”, dijo Pierre quien en 2012 era nuncio apostólico en México.
Pierre aseveró que América Latina y el Caribe viven una delicada situación educativa: “La adaptación a las nuevas exigencias se centran en la adquisición de conocimiento y habilidades y evidencian un reduccionismo antropológico pues están limitadas por visiones de producción y mercado”.
Para el representante pontificio, la educación por tanto no atiende temas profundos sobre la persona, la familia y la sana sexualidad, además “No supera la violencia, ni educa a los jóvenes hacia una una vida de felicidad, ni a costumbres que hagan estables el hogar que funden y que los haga constructores de la sociedad”.
El cardenal arzobispo de México, Carlos Aguiar REtes, quien fungió como presidente de la CEM y del CELAM a inicios de la década pasada, destacó que el documento educativo se encuentra históricamente enmarcado por otras dos reflexiones episcopales: la Carta Pastoral ‘Del encuentro con Jesucristo a la solidaridad con todos’ del año 2000 y la exhortación ‘Que en Cristo nuestra paz, México tenga vida digna’ del 2009. Ambas reflexiones advierten grandes transformaciones que afectan la vida de los creyentes y que provocan crisis de legalidad, crisis de moralidad y el debilitamiento del tejido social.
“Así –afirmó Aguiar– el documento Educar fue un llamado a una realidad que nos interpela en el Cambio de Época”, que no es sólo un cambio intergeneracional sino un cambio incluso de los valores establecidos.
Por ello, invitó a realizar una nueva lectura del documento pero con la mirada puesta en el Pacto Educativo Global del papa Francisco pues la idea es que “que la persona se redescubra en sus potencialidades, regenerando el tejido de relaciones sociales y facilitando la apreciación de la vida”.
E insistió que este camino educativo es también el camino de sinodalidad pues “permite escuchar a las personas y entenderlas”; una misión imperativa para la Iglesia pues “la Evangelización es un actividad educativa que conduce a la salvación”, afirmó el purpurado.
Por su parte, el cardenal Alberto Suárez Inda valoró el esfuerzo para sintetizar los trabajos de la presencia de la Iglesia en el mundo de la educación: “Con el proyecto educativo de la Iglesia en México ya no solamente se daban líneas de pensamiento, sino una proyección para aplicar en la realidad de los pueblos y las ciudades. Este documento vino a culminar todo un caminar para lo que es nuestra acción pastoral”.
Y sintetizó: “Por eso es importante no caer en una actitud derrotista, sino asumir la posibilidad, en un clima de respeto y diálogo, de que es posible a través de la acción educativa responder a los grandes desafíos que plantea la educación del país”.
“Los obispos queremos valorar el esfuerzo de los que trabajan en la tarea de transmitir a niños y jóvenes lo mejor de nuestra cultura, reconocerlos herederos de una riqueza grande, de nuestros antepasados a las nuevas generaciones”, afirmó.
Y concluyó que en medio de la emergencia educativa, todos los sectores sociales están convocados a involucrarse en el pacto global: padres de familia, maestros, comunicadores, líderes de grupos sociales, todos, compartamos la tarea tan ardua y delicada de la educación, con realismo, pero sobre todo con esperanza de que todas las personas son capaces de desarrollarse, de formarse como buenos cristianos y buenos ciudadanos”.
Finalmente, el arzobispo de León y titular de la Dimensión de Educación y Cultura de la CEM, Alfonso Cortés Contreras, destacó dos criterios esenciales del documento que cumple una década de vida: “Tiene sabiduría porque tiene sentido antropológico. Es fruto de una buena voluntad que resultó en un documento lleno de sabiduría, con una capacidad de respuesta sobre qué es educar y cuáles son los caminos para llevar esta educación. El documento además tiene una cualidad: hay continuidad y aterrizaje del magisterio universal y latinoamericano”.
“Es un documento de escucha y diálogo entre varios sectores de la sociedad” y además “escribe una realidad que nos interpela”. Cortés reflexionó que este tipo de aportaciones se hace imprescindible ante la crisis antropológica y cultural que padece la humanidad contemporánea.
En una última intervención, el nuncio apostólico en Estados Unidos recordó que el proceso de realización y promoción del documento “ha sido una bella historia de la Iglesia mexicana”. Pero sugirió que no sólo quede en el pasado pues la emergencia educativa es un tema muy presente: “El centro de este esfuerzo, grande y fecundo, ha querido recordar la necesidad de humanizar la educación, de poner en el centro a la persona”.
ebv