México
Topos Tlatelolco una brigada que surgió del dolor para salvar vidas
En menos de dos minutos, la capital del país se derrumbó.
Ciudad de México.- La Brigada de Rescate ‘Topos’ nació a raíz del terremoto de 1985 en Tlatelolco. A lo largo de los años han apoyado a miles de personas alrededor del mundo.
El 19 de septiembre de 1985 marcó un antes y un después en la historia de México. A las 7:19 de la mañana, los ciudadanos sintieron un terremoto de 8.1 escala Richter azotó la ciudad.
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La vida se detuvo. En menos de dos minutos, la capital del país se derrumbó.
Rafael López Miembro fundador de la brigada Topos Tlatelolco, platicó con los micrófonos de Siete24, expresó que ante la magnitud del problema y el poco conocimiento de protección civil, la gente se organizó.
Un grupo de hombres que trabajaron como voluntarios unieron sus fuerzas para la búsqueda y rescate de víctimas.
La prensa nacional los bautizó como “los Topos” debido a las acciones que estaban realizando; algunos de ellos, cual topos, se zambullían entre los escombros para encontrar gente, dijo Rafael López.
Sus labores de rescate y la forma en la que poco a poco fueron organizándose fue sorprendente.
Meses más tarde, se constituyó legalmente la Brigada de Rescate Topos A.C., este grupo fue creciendo y profesionalizando sus prácticas, que ellos mismos definen como “equipo ligero de respuesta inmediata”.
La experiencia del 85 y las tecnologías actuales ayudaron en gran medida a que el temblor del 2017, se enfrentara con más herramientas.
El trabajo de “Los Topos” durante el terremoto del 85 fue tan remarcable, que poco a poco las historias sobre su trabajo corrieron de voz en voz hasta cruzar los mares.
Los Topos” han llevado su ayuda durante el terremoto de Haití (2010), el tsunami en Indonesia Banda Aceh (2004) y el terremoto en Taiwán, China (1999), solo por mencionar algunos.
El sismo del 19 de septiembre de 2017 será otra fecha quedará marcada.
Y “los Topos” siguen ahí, con el pie en el cañón, con valentía, amor y empatía ayudando a sus iguales; porque después de todo somos humanos.
ARH