Cardenal Scola condena los “ataques insolentes” contra el Papa Francisco

Roma.— A través de una larga entrevista con motivo de su octogésimo aniversario de vida, el cardenal Angelo Scola certificó su adhesión al papa Francisco mediante una dura crítica a los “ataques insolentes” contra el romano pontífice que incluso provienen de algunos sectores eclesiásticos.

Al cumplir ochenta años, Scola ha perdido su derecho a voto en el próximo cónclave de elección papal. No es un secreto que el cardenal patriarca de Venecia y arzobispo de Milán fue uno de los principales ‘papabile’ en 2013 durante el cónclave que eligió a Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco.

Ahora, Scola defiende con claridad absoluta al obispo de Roma contra los ataques hacia Francisco: “El Papa es el Papa… y un ataque al Papa genera un daño a la Iglesia”.

Scola participó en los cónclaves de 2005 (elección de Benedicto XVI) y 2013; confirmó que, para él, son una prueba de que “el Espíritu Santo obra con certeza”.

“En el primer cónclave, Ratzinger destacó claramente, gracias a su cercanía y amistad con el papa Juan Pablo II… creo firmemente que él debía ser electo debido a su gran humildad… para mí, aquella elección fue una alegría pero no una sorpresa… por el contrario, la elección de Bergoglio sí fue una sorpresa”.

Scola confiesa que en el cónclave del 2013 “jamás imaginó que el cardenal Bergoglio sería electo pontífice” pero además, cuenta que al felicitar al argentino “él tampoco había imaginado la posibilidad de ser Papa”.

El cardenal destaca que el papa Francisco ha traído a la Iglesia católica un estilo de liderazgo que parece “un saludable golpe en el estómago”.

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“La aparición de Francisco como pontífice ha sido un saludable golpe al estómago que el Espíritu Santo nos ha dado para despertarnos”. Scola confesó que la Iglesia europea tiene síntomas claros de cansancio pero que la personalidad del Papa, su formación y su experiencia (especialmente en Aparecida 2007) “lo hicieron destacar y emerger con fuerza para llamar nuestra atención”.

Scola abunda en su reflexión: “Aún existen muchas experiencias hermosas en la Iglesia de Europa, pero hay que reconocer un real descenso de participación de los fieles en la vida de la Iglesia, una disminución de la figura de Jesús entre nuestra gente y especialmente una pérdida del sentido de pertenencia en las comunidades cristianas”.

Por ello, el cardenal criticó con dureza las reacciones negativas al liderazgo de Francisco “son crueles e insolentes ataques contra el Papa… esto está mal. Desde niño se me enseñó la expresión ‘el Papa es el Papa’. Uno no puede cuestionar esto; y no puedo aceptar esta actitud que juzgo como injusta desde la perspectiva de la Iglesia”.

Con todo, Scola manifiesta matices: “Es cierto que, con toda consideración, uno puede decir que no comprende alguna de las decisiones [tomadas por el pontífice] pero, al mismo tiempo, uno debe hacer todo lo posible para entender plenamente lo que el Papa ha propuesto. Sería dañino para la Iglesia si no fuese de esa manera”.

En la larga conversación, Scola afirma que el papa Francisco insiste en una cultura de encuentro no de conflicto: “Este es el camino que los cristianos debemos seguir” y recordó la visión planteada por Benedicto XVI sobre el cristianismo: “No es primariamente una doctrina o una ética, sino el encuentro personal con Cristo dentro de la comunidad de la Iglesia”.

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ebv