Mundo
¿Cómo generar buena vibra en la gobernación?
¿Habría que ir al Tíbet o a la India, a tomar cursos?
No hay duda, vamos de ocurrencia en ocurrencia. Ayer era echarle ganas y pensar en positivo y hoy, la buena vibra. A este paso, el 21 de marzo del año 2017, el Gabinete en pleno estará en las Pirámides cargándose de energía y de ahí, sin escala de por medio, a Catemaco para una limpia con El Brujo Mayor.
Sin duda, los estudiosos de la gobernación en los centros de investigación y think tanks más prestigiados del planeta, ya empezaron a ofrecer a sus investigadores, cursos de yoga y meditación.
Como podemos darnos cuenta, seremos pioneros; daremos un gran ejemplo a todos los gobernantes, acerca de qué hacer para enfrentar las medidas económicas y políticas que ponga en práctica el Presidente Trump, una vez que tome posesión del cargo para el cual fue elegido.
México pues, pésele a quien le pesare, con esta medida de la buena vibra, marcaría la pauta que el mundo deberá seguir, desde ya, frente al Presidente Trump y sus políticas.
¿Qué les quedaría por hacer a la Sra. Merkel y la Sra. May, al Sr. Trudeau y a Monsieur Hollande? De inmediato, contratar a los mejores y más experimentados instructores de yoga y meditación para adquirir las habilidades obligadas, y así enfrentar con posibilidades de éxito al Presidente Trump.
Los casos de Putin y Xi Jinping, se cuecen aparte; dado que su formación es completamente autoritaria, eso de la meditación y la buena vibra no les convencería; ¿qué hacer entonces? ¿Habría que recurrir, en el caso de Xi, a los expertos en Confucio y sus enseñanzas? En el caso de Putin, me declaro incapaz de elaborar, siquiera, una hipótesis.
Por eso afirmo, al menos para lo que tiene que ver con la mayor parte de los gobernantes de los países de nuestra región, América Latina, que la meditación y el yoga posiblemente bastarían.
En el caso de Ortega y su señora esposa, hoy Vicepresidente electa de Nicaragua, podrían recurrir a las bendiciones de la Iglesia Católica de Nicaragua, dadas las excelentes relaciones que llevan desde hace años.
Otro caso resuelto, es el de Evo Morales; una ceremonia indígena, salpicada de un té hojas de coca bien cargado, le proporcionaría la lucidez de la cual hoy carece y, eso sí, nada de ingerir pollo por aquello de las hormonas y la orientación sexual.
En el caso de Brasil, estamos ante una incógnita; hoy, cuando el símbolo de honradez acrisolada está a punto de ser condenado por su corrupción, y la Sra. Roussef echada del gobierno, es poco lo que podemos hacer salvo, por supuesto, que busquen en la selva amazónica, algún brujo similar en poderes y sabiduría, a nuestro Brujo Mayor.
Por lo pronto, y en tanto llega la fecha fatídica del 20 de enero del año 2017, a tomar cursos de yoga, y aprender a tirar buena vibra. Asimismo, localizar a varios expertos en Feng Shui.
Lo demás, dejémoslo a la suerte la cual, ya ve, jamás nos ha abandonado.
Tenemos siglos de querer acabarnos este país y, más que evidente, no hemos podido concretar dicha tarea. Seguramente, a no dudarlo, allá en el cielo alguien nos protege y usted, como buen mexicano, sabe muy bien quién es.
Con esa protección, ¿qué nos podría hacer Trump? Únicamente los mandados.
agch