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El Papa da primer paso para beatificar al descubridor del síndrome de Down

Un científico que se comprometió con la vida desde la concepción

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Vaticano.- El Papa Francisco aprobó este jueves, el decreto que reconoce las “virtudes heroicas”, primer paso para la beatificación del médico francés Jérôme Lejeune, un conocido antiabortista que en 1959 descubrió la anomalía cromosómica causante del síndrome de Down.

El genetista tuvo una buena relación personal con el papa Juan Pablo II, que en 1997, durante una visita pastoral a Francia, acudió a orar ante su tumba, situada en el cementerio de la localidad de Chalo-Saint-Mars, a cincuenta kilómetros al sur de París.

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Un Científico Provida.

La anomalía cromosómica “Trisomia 21” descubierta por Lejeune permite el diagnóstico precoz del síndrome de Down, pero él siempre rechazó la opción del aborto para impedir el nacimiento de niños afectados por ese problema.

“El genetista fue dolorosamente consciente de cómo la ciencia puede ser un arma de doble filo”, comenta la fundación que lleva su nombre.

La directora del Instituto de Bioética de la Universidad Francisco de Vitoria y secretaria académica de la Cátedra de Bioética de la Fundación Jeròme Lejeune, Elena Postigo, recuerda que tras su hallazgo.

“Se le rindieron todos los honores en el mundo de la ciencia”, pero cuando se dio cuenta de cómo su descubrimiento se podía usar para detectar y acabar con los niños con trisomía con la despenalización del aborto terapéutico en Francia en 1970 alzó su voz para impedirlo y fue entonces cuando el mundo de la ciencia le empezó a dejar de lado.

Lejeune se convirtió entonces en un personaje de referencia para el ámbito provida y católico. «La Iglesia lo llamó para formar parte de la Pontificia Academia para las Ciencias.

El Papa Juan Pablo II y él se hicieron muy amigos, hasta el punto de que el Santo Padre llegó a decir que Lejeune era la persona más inteligente que había conocido.

Fue a través de esta relación, Juan Pablo II vio la necesidad de crear una academia específicamente para defender la vida humana, y nombró a Lejeune su primer presidente, poco antes de su muerte en 1994, recuerda la especialista en Bioética.

El camino hacia la santidad tiene varias etapas: la primera es ser declarado venerable siervo de Dios, la segunda beato y la tercera santo.

Jérôme Lejeune ya es Venerable.

Venerable Siervo de Dios es el título que se da a una persona fallecida a la que se reconoce “haber vivido las virtudes de manera heroica”.

Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión, y para que sea canonizado, es decir, elevado a santo, se precisa un segundo milagro obrado “por intercesión” después de ser proclamado beato. Como es el caso del científico francés.

Una película sobre su vida y sus convicciones.

Jérôme Lejeune, médico e investigador en genética, adquiere fama internacional gracias al descubrimiento de la Trisomía 21, con el equipo del Profesor Turpin, en 1958.

En 1969, mientras recibe el Premio William Allen, la más alta distinción en el ámbito de la genética, en San Francisco, pronuncia un discurso en defensa de la dignidad humana de los embriones, que provoca un auténtico seísmo en el entorno científico.

Desde un tiempo atrás era consciente de que su descubrimiento había abierto la puerta al aborto de embriones con anomalías genéticas, y de que si él intentaba evitar esa masacre determinados entornos científicos le darían la espalda.

Testimonios de París a Indianápolis en una película conmovedora que indaga sobre un hombre de Ciencia y de convicciones.

ARH

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