Las inauguraciones que vienen, ¿reducirán el mal humor social?

Las inauguraciones que vienen, ¿reducirán el mal humor social? De ser así, tan fácil, ¿por qué tardaron tanto en darse cuenta?

Así como quien no quiere la cosa, apareció hace unos días una nota donde se describe, lo que sería una nueva estrategia de Presidencia de la República para, primero, tratar de detener el deterioro de la imagen presidencial y segundo, revertirla para mejorarla.

La esencia de dicha estrategia consistiría, si entendí bien, en que el Presidente dedicaría buena parte de su tiempo, a realizar inauguración tras inauguración, a lo largo y ancho del territorio nacional -dirían los cursis-.

De ser cierto lo que señala la nota comentada arriba, estamos ante algo, por decir lo menos, curioso. ¿En verdad piensan los genios de la mercadotecnia política o de la política simplemente, que con dichas inauguraciones lograrán revertir la tendencia descendente de la popularidad y el descrédito de la imagen presidencial? ¿Tan ingenuos son? ¿Tan alejados están de la realidad social y política del país?

¿En verdad piensan que los ciudadanos en general, y los agentes económicos en particular, le han retirado al Presidente su apoyo y ya no lo tienen bien calificado, porque no realiza inauguraciones?

¿Acaso piensan que los mexicanos somos tan brutos y faltos de capacidad analítica para que, una vez que empiecen las inauguraciones por aquí y por allá, exclamemos: ¡Qué buen Presidente tenemos! ¡Cuántas inauguraciones realiza!

¿Y el crecimiento económico? ¿Y los empleos no tan mal pagados? Además, ¿por qué presumir 2.3 millones de nuevos empleos creados cuando, como sabemos, dos terceras partes de ellos pagan tres salarios mínimos o menos?

¿Y los niveles de violencia e inseguridad en buena parte del territorio nacional? ¿Y los recortes presupuestales que ha debido proponer el Ejecutivo para el año 2017 porque, al desbocarse la contratación de deuda, su costo financiero se ha elevado peligrosamente?

Todo eso y más, será resuelto con inauguraciones. ¿En verdad? ¿Acaso hay en México en los tiempos que corren, alguien con dos dedos de frente, que así es como se resuelven esos problemas? ¿Tan fácil y rápido?

¿Y por qué no se les había ocurrido antes? ¿Simplemente por tarugos?

ebv