Mundo

Los aniversarios: mucho pasado y poco futuro

Publicada

on

¿Quién se acordó del 23 de septiembre de 1965? ¿Quién recordó que hace 51 años comenzó, para todo fin práctico, la Guerrilla Moderna en México? ¿Quién sabe hoy, dónde se encuentra Madera? ¿Quién habla del sacrificio heroico de un puñado de jóvenes idealistas, quienes ingenua pero honradamente vieron en el foco guerrillero el camino al paraíso, que en realidad fue el boleto a una muerte absurda, para no decir inútil?

¿Quién en México entendió la verdadera significación del Acuerdo de Paz en Colombia -rechazado hace dos días, por una apretadísima mayoría en favor del NO-, entre una guerrilla convertida, desde hace no pocos años, en una banda de delincuentes, que lo mismo se dedicaba a los secuestros, extorsión y especialmente a la colaboración con los narcotraficantes de dos o tres países de América del Sur que a proclamar su intención de construir el socialismo en Colombia?

¿Quién aquí, entre los que integran esos grupúsculos de dizque guerrilleros, que al igual que en Colombia han hecho del secuestro, los saqueos y robo descarado de recursos públicos los medios por excelencia para sobrevivir, entendió el mensaje enviado?

¿Quién no podía compadecerse este domingo hace dos días, de unos cuantos viejos setentones, que nostálgicos de las glorias de hace 48 años -reales en unos cuantos e inventadas en no pocos de los marchantes-, con dificultades se movían entre jóvenes que ni idea tienen de cómo era el México de esos años?

Septiembre y octubre, aniversarios y pasado, y muy poco futuro. Es más, me atrevería a decir que lo que hemos visto en este bimestre, ha sido más pasado que futuro.

Pasado que añoran los viejos de mente, encabezados hoy por López y sus cercanísimos; pasado que se niegan a dejar morir los que llegaron a la Secretaría de Hacienda porque, saben que ese pasado es la seguridad de su abultada quincena y, el futuro al que temen, lo ven como un salto al vacío en materia de su ingreso.

Por otra parte, entre ese mar de pasado, ¿cómo no sentir tristeza por quien nos dejó, por el que siempre vio al futuro, Luis González de Alba, quien jamás tuvo miedo alguno para expresarlo?

No de hoy sino desde hace muchos años, nuestra memoria se ha vuelto, además de ser de muy corto alcance, es también muy selectiva. Lo de apenas hace unos cuantos días, casi nadie lo recuerda; además, lo que es recordado tiene que ver, más con la corrección política que con la importancia misma del acontecimiento.

En ese mundo de recuerdos a conveniencia y contentillo, ¿cómo esperar que no repitamos, una y otra vez, los grandes errores del pasado? ¿Cómo fincar nuestras esperanzas de no caer en lo mismo de siempre, de no cometer los mismos errores, si lo que recordamos es tan poco y tan sin importancia?

¿Acaso lo que cantó José Alfredo (Nada me han enseñado los años/Siempre caigo en los mismos errores/Otra vez a brindar con extraños/Y a llorar por los mismos errores), es la maldición gitana que nos acompañará por siempre?

¿Qué hacer pues, ante tanto aniversario que, más que recordar el acontecimiento, lo que debimos haber hecho desde hace mucho, debió haber sido su análisis objetivo para extraer las enseñanzas obligadas?

El contenido, comentarios y fuentes de información de los colaboradores y/o columnistas que se difundan en Siete24 y Deportes Siete24, son responsabilidad de cada uno de sus autores. 

haga clic para comentar

Te Recomendamos

Salir de la versión móvil