Pide Papa Francisco a clero mexicano mayor compasión con ovejas extraviadas

Ciudad del Vaticano.- Al recibir a los sacerdotes que residen en el Pontificio Colegio Mexicano de Roma, el papa Francisco reflexionó sobre los deberes del clero con la grey que les ha sido encomendada y con “las ovejas extraviadas”: “Cercanía, compasión y ternura… ese es el estilo de un sacerdote que lucha por ser fiel”.

El pontífice recibió al rector del Colegio, Víctor Ulises Vásquez Moreno, y a 85 sacerdotes provenientes de las diversas diócesis de México que realizan estudios de especialización teológica y pastoral en las universidades de Roma. A ellos, les recordó:

“La configuración cada vez más profunda con el Buen Pastor, suscita en cada sacerdote una verdadera compasión, tanto por las ovejas que le son confiadas como por aquellas que se encuentran extraviadas”.

El papa Francisco retomó parte del mensaje que diera a los obispos mexicanos en la Catedral de México hace cinco años; y les pidió a los pastores tener mirada de ternura, reconciliación y fraternidad al tiempo de recomendarles que revaloren las raíces de la fe que se reciben en las diferentes regiones mexicanas “provienen de un rico proceso de inculturación del Evangelio”.

El Papa explicó el objeto y propósito de tres miradas para con el pueblo de Dios.

“Ante todo, necesitamos tener la mirada de ternura con que nuestro Padre Dios ve las problemáticas que afligen a la sociedad”, dijo Francisco al señalar los graves problemas del país violencia, las desigualdades sociales y económicas, la polarización, la corrupción y la falta de esperanza, especialmente entre los más jóvenes.

Francisco instó a los ministros a salir “al encuentro de la gente” para que no se clericalicen, pues les advirtió: “el clericalismo es una perversión”.

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En segundo lugar, el Papa pidió a los sacerdotes tener una mirada de reconciliación: “Las dificultades sociales por las que atravesamos, las enormes diferencias y la corrupción nos exigen una mirada que nos haga capaces de tejer los distintos hilos que se han debilitado o han sido cortados en la multicolor tilma de culturas que conforma el tejido social y religioso de la nación, prestando atención, sobre todo, a aquellos descartados a causa de sus raíces indígenas o de su particular religiosidad popular”.

Francisco urgió a tener ‘mirada de fraternidad’ ante los desafíos del mundo actual aunque les explicó que, para lograr esta mirada de fraternidad; “se necesita la luz de la fe y la sabiduría de quien sabe quitarse las sandalias para contemplar el misterio de Dios y, desde esa óptica, leer los signos de los tiempos”.

“Necesitamos tomar conciencia de nuestras deficiencias personales y comunitarias, así como de las negligencias y faltas que tenemos que corregir en nuestra vida… estamos llamados a no subestimar las tentaciones mundanas”, acotó; y advirtió: “La mundanidad espiritual es el peor de los males que le puede suceder a la Iglesia. Literal; peor aún que la época de los Papas concubinarios”.

Antes e concluir, el Papa cita el libro “Meditaciones sobre la Iglesia” de De Lubac en el que el autor habla de la mundanidad espiritual. Francisco advierte a los sacerdotes que se trata del “peor de los males” que le puede suceder a la Iglesia, sugiriéndoles que “relean” esas tres hojitas al final del libro. “Por favor, cuídense de la mundanidad, es la puerta de la corrupción”.

Información VC Noticias

ebv