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Por ‘injerencista’, EU quitaría recursos a la CIDH
Estados Unidos.— El senador republicano, Mike Lee, promueve iniciativa en el Congreso de Estados Unidos para retirar el financiamiento a la “injerencista” Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Mike Lee aseguró que son millones de dólares los que cada año se le asignan y consideró que la aportación en esa materia es injustificable.
Asimismo, recordó que su país no ha ratificado la Convención Americana sobre Derechos Humanos que firmó en junio de 1977.
“Nosotros nunca permitiríamos que una organización tuviera tanta influencia sobre nuestro sistema político. Sin embargo, le damos millones de dólares a la corte cada año para que los influencie a ustedes”, señaló el legislador en un mensaje difundido en redes sociales.
Lo anterior a consecuencia de un histórico fallo de la Corte, que en enero pasado instruyó a los 20 países latinoamericanos que han reconocido su competencia contenciosa, a reconocer y garantizar los derechos que se deriven del vínculo entre personas del mismo sexo.
El senador Lee (Arizona, EEUU) anuncia serios recortes en el presupuesto de EE.UU. para la Corte Interamericana utilizada como activismo LGTB violando la soberanía: pic.twitter.com/5nFBd0uTxg
— CitizenGO es (@CitizenGOes) 11 de abril de 2018
“Estamos trabajando fuertemente para que nuestro gobierno deje de financiar a la corte”, señaló senador republicano, por lo que dijo sentirse alentado porque los ciudadanos de los países de América Latina están empezando a dar la batalla en contra de las injerencias del máximo tribunal hemisférico.
Durante la pasada Asamblea General celebrada en junio del 2017 en México, la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó un incremento al presupuesto regular del sistema interamericano de derechos humanos, que asciende ahora a 18.2 millones de dólares.
De estos, unos 11.2 millones de dólares serán para la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y 6.9 millones de dólares para la Corte, que tiene su sede en San José, Costa Rica. Sin embargo, ambas instituciones dependen fuertemente de las aportaciones voluntarias que hacen los países miembros y los estados observadores, y donde Estados Unidos se coloca como uno de los principales financiadores.
ebv