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Uno de cada dos trabajadores en la informalidad por pandemia: OIT
Lima.— Con una tasa de desocupación de 9,6 por ciento y con uno de cada dos trabajadores en la informalidad, la región debe enfrentarse a la perspectiva de una prolongación de la crisis por COVID-19 en el empleo, dice el nuevo informe Panorama Laboral de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El crecimiento económico registrado en 2021 fue insuficiente para recuperar el mercado laboral de América Latina y el Caribe, que dos años después de iniciada la crisis registra una situación de alta desocupación y la perspectiva de un aumento de la informalidad.
“El panorama laboral es incierto, la persistencia de los contagios por la pandemia y la perspectiva de un crecimiento económico mediocre este año podrían prolongar la crisis del empleo hasta 2023 o incluso 2024”, dijo Vinícius Pinheiro, director de la OIT para América Latina y el Caribe.
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“Una crisis del empleo demasiado larga es preocupante porque genera desaliento y frustración, lo que a su vez repercute sobre la estabilidad social y la gobernabilidad”, agregó Pinheiro.
La nueva edición del Panorama Laboral de América Latina y el Caribe ofrece una mirada a la peor crisis del empleo registrada desde que este que este informe anual de la Oficina Regional de la OIT comenzó a publicarse en 1994.
La fuerte recuperación económica registrada en 2021, con un crecimiento superior al 6 por ciento, no fue suficiente para recuperar los empleos perdidos. De los 49 millones de puestos de trabajo que se habían perdido en el peor momento de la crisis por la pandemia en el segundo trimestre de 2020, aún faltan por recuperar 4,5 millones.
Cerca de 4 millones corresponden a personas que se han incorporado a las filas del desempleo por la crisis de la pandemia. Al comenzar 2022, se estima que en total hay unas 28 millones de personas que buscan ocupación sin encontrarla.
La tasa promedio de desocupación regional a fines de 2021 ha sido estimada en 9,6 por ciento, lo que representa una mejoría desde el 10,6 por ciento que alcanzó en 2020, pero un retroceso frente al 8 por ciento que se registró para el año 2019, que en este caso se usa como referencia para calcular el impacto de dos años de pandemia.
La OIT destaca que el pronóstico de un crecimiento económico mucho más bajo en 2022, apenas por encima de 2 por ciento, es un indicio claro que a la región le costará más tiempo salir de la crisis por COVID-19. En estas condiciones, y considerando la persistencia de la pandemia, la OIT estima que la tasa de desocupación este año podría bajar entre 0,2 o 0,3 puntos porcentuales, manteniéndose por encima de 9 por ciento.
Esto sería insuficiente para regresar a 2019 cuando, de todas maneras, la situación del mercado laboral distaba de ser positiva; en una región que ya estaba entrampada en un escenario de crecimiento lento, con baja productividad y altos niveles de informalidad y desigualdad.
“En América Latina y el Caribe la pandemia tuvo un impacto más severo por causa de ‘comorbilidades sociales’ como informalidad y desigualdad”, explicó Pinheiro. Agregó que cuando comenzó la crisis “contribuyeron a la pérdida de empleos y de ingresos, sin regímenes de protección social adecuados”.
El informe de OIT destaca que tras el inicio de la pandemia la crisis se manifestó de manera atípica y en vez de afectar más a las ocupaciones formales se reflejó en una pérdida mayor de empleos en informalidad que dejaron a millones de personas sin ingresos. En algunos países, la tasa de informalidad incluso se redujo.
ebv