Análisis y Opinión

¿Pasaremos al naranja?

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Terminó la campaña de “Su Sana Distancia” y estamos como al principio, bueno, peor que en marzo ya que ahora tenemos decenas de miles de contagiados, cerca de 10 mil muertos y una crisis económica y laboral sin precedentes en la era moderna de nuestro país.

Y lo que mucha gente se pregunta es entonces ¿porqué poner fin a una fase si las cosas no han mejorado? Según algunos expertos, en una epidemia solamente se puede pasar a una nueva fase cuando disminuye el número de enfermos hospitalizados y el número de fallecimientos de manera clara en por lo menos 15 días. Lo que en México no ha sucedido; es más, en tan sólo 7 días superamos los 2 mil muertos. Entonces, ¿porqué la urgencia?, quizás aquí haya algunas respuestas:

El presidente Andrés Manuel López Obrador sólo esperó -o presionó-, el “banderazo de salida” y se fue de gira hacia el sureste de la República. Primero a Quintana Roo, donde hay una notoria mejoría en el tema, pero luego irá a Tabasco y Campeche donde la situación es cada vez peor.

¿Qué le urgía al presidente? Demostrar una vez más que sus amuletos le acompañan, que necesita recuperar lo antes posible los puntos de popularidad que ha perdido en mayo o demostrar que sus proyectos requieren de su presencia para dar certeza. En ninguno de los casos se justifica ir en contra de lo que indican sus expertos como tampoco da un buen ejemplo a un país que ahora más que nunca necesita de un líder que componga el andar de una nación que registrará 12 millones de pobres más a causa del Covid-19, cerca de 2 millones de desempleados y una crisis sanitaria que sabrá Dios si los hospitales lograrán aguantar la presión.

Al tiempo de esto está la parte social. ¿Qué tanto los mexicanos sabremos respetar las medidas sanitarias si la necesidad económica les rebasa? Simplemente, todavía no daban el “banderazo de salida” y las calles de muchas ciudades, como Toluca y la CDMX, se encontraban ya con mayor movimiento, disminuido gracias al programa Hoy No Circula, pero es notoria la reactivación de la ciudadanía.

Es cierto, y aquí lo escribimos anteriormente, que este país no aguantaría una cuarentena mayor a este periodo y aquí está la muestra. El confinamiento no solamente ha traído una difícil crisis económica y laboral que tardará mucho, pero mucho tiempo en mejorar, sino también de tipo social. La violencia intrafamiliar, las crisis nerviosas y la depresión, las fracturas en el seno de varias familias mexicanas se han acentuado aunque desde Palacio Nacional se empeñen en decir que esto es falso. Así que, tratando de verle algún lado positivo, esta reactivación, por pequeña que vaya a ser en estos primeros días, podría ayudar a sanar estas heridas.

Sin embargo, el riesgo de contagio está ahí. Salimos de la pandemia o más bien salimos hacia la pandemia. Eso lo iremos viendo con el paso de los próximos días. La responsabilidad ya está en cada uno de nosotros, en cuidarnos, en usar el cubrebocas, lavarnos las manos y por supuesto utilizar el famoso gel antibacterial. El gobierno ya no pudo con nosotros y menos cuando su titular no ha puesto el ejemplo, sumándose a miles que ya tienen la urgente necesidad de salir y de generar dinero para sus hogares.

La respuesta sin duda la tendremos en 15 días, tiempo que necesita el virus para incubarse y que será cuando en teoría terminará el color rojo del semáforo para gran parte de nuestro país. ¿Pasaremos al naranja?

José Luis Arévalo
Periodista
@jarevalop
@jlanoticias

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