Opinión

Estado Islámico: ¿Por qué nadie da un cómo?

Publicada

on

¿Por qué nadie da un cómo? ¿Qué imagen pretenden dar y qué quieren parecer, dando las generalidades de siempre?

Una vez más, el ejército de los políticamente correctos hace su aparición en la escena política.

Esto, con motivo de los hechos salvajes en España, Finlandia y Alemania ejecutados por soldados del Estado Islámico, cualquier cosa que esta expresión signifique en estos tiempos.

Los choros mareadores de sedicentes especialistas -ellos prefieren ser calificados como expertos-, saturan los espacios mediáticos. Los lugares comunes fluyen incontenibles; la condena abstracta apabulla todo razonamiento, y nada deja para el análisis objetivo y para lo que es mercancía escasísima desde hace años: Los cómo.

Espero no estar equivocado, pero, prácticamente nadie en su sano juicio y dos dedos de frente, defendería a esos bárbaros, casi cavernarios, quienes amparados en lo que unos dicen que dijo Mahoma hace más de 1,300 años, pretenden, con la violencia más salvaje e irracional -si es que pudiere hablarse de violencia racional-, convertir a más de 6 mil millones de habitantes de este planeta, a eso que han dado en llamar religión: El fundamentalismo islámico.

Luego entonces, ¿de qué sirve que tanto experto nos apabulle con las mismas conclusiones de vieja data y los mismos desgastados lugares comunes si, una vez que terminan sus largos y a estas alturas aburridos choros mareadores, no agregan -ni por accidente-, un cómo.

Ya sabemos de lo salvaje y criminal que es la conducta de esos desquiciados, y bien sabemos que es una locura lo que pretenden. Bien; ¿y ahora? ¿Cómo los vamos a combatir? ¿Cómo podría el resto del mundo, acabar con esa violencia de quien actúa con la más perversa irracionalidad e insania?

¿Cómo? ¿Cómo enfrentarlos y vencerlos?

¿Por qué esos expertos nada dicen al respecto? ¿Acaso temen verse políticamente incorrectos? ¿O temen ser acusados de cómplices del aparato asesino del Imperio?

¿Qué es lo que proponen como conclusión de su repetición que parece cansina letanía? ¿Seguir con una pasividad casi cristiana entregándole vidas de gente inocente a esos desquiciados y asesinos desenfrenados?

Hace algunos años, 13 para ser exactos, el académico Michael Ignatieff propuso, en un libro al que muchos le sacaron la vuelta cuando fue publicado y hoy, con más razón (cuyo título es ya, un mensaje claro: The Lesser Evil: Political Ethics in an Age of Terror y en español: El Mal Menor: Ética política en una era de terror), lo que podría ser la base de una visión diferente del problema que comentamos: El terrorismo de los grupos fundamentalistas islámicos.

En esencia, lo que Ignatieff propone en mi versión personal de su propuesta, es lo siguiente: ¿Estaríamos dispuestos a dejar de lado, para hacer frente a estos grupos, un conjunto de derechos y prácticas que están garantizados en las sociedades democráticas -el mal menor-, para combatir sin límite y restricción alguna, con todos los recursos a esos grupos, con tal de defender y preservar el bien mayor, la democracia y sus derechos junto con las libertades propias de las sociedades democráticas?

Dicho de otra manera, ¿estaríamos dispuestos a ver pasivamente, en aras de un respeto ingenuo de los derechos que la democracia garantiza a los ciudadanos, la destrucción de todo eso por parte de los integrantes de esos grupos de terroristas?

¿En realidad, estaríamos dispuestos a permitir -en aras de un respeto casi infantil de las reglas de la democracia-, que los terroristas utilizaren la democracia para acabar con ella?

En mi caso, no me parece correcto ni justo para las siguientes generaciones, aceptar eso: En consecuencia, comparto la tesis del libro que cito arriba. Dicho de otra manera, estoy a favor de cometer un mal menor para salvar el bien mayor.

Esa posición sería mi cómo; ¿cuál sería la de nuestros expertos, que nada dicen de esto? ¿Y la suya? ¿Acaso está usted a favor de ver cómo usan los terroristas la democracia y sus reglas, para acabar con ella?

 

 

haga clic para comentar

Te Recomendamos

Salir de la versión móvil