Gerardo Medina Romero

Antes de escalar algo, piensa…

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El Mundo Interno de las Organizaciones

Estoy seguro de que en más de una ocasión has tenido la necesidad de escalar dentro de la jerarquía de tu organización algún asunto que, por distintas razones, no se logra resolver por los medios o mecanismos tradicionales. Pero ¿te has puesto a reflexionar qué es lo que realmente buscamos cuando escalamos algo?

En mi caso, después de hacer esta reflexión llegué a la conclusión de que, en el fondo, lo que realmente pensaba de manera automática era que las personas involucradas –quienes no estaban cumpliendo con su compromiso– no hacían lo que debían porque no querían; es decir, por un tema de voluntad que incluso me hacía hasta tomarlo como algo personal. Por lo tanto, mi primer impulso era escalarlo con su jefe o algún superior para que ellos fueran quienes los “obligaran” a hacer lo que, según yo, no querían. En pocas palabras, los estaba acusando.

Después de hacer consciente este descubrimiento, concluí que la gran mayoría de las veces cuando en el trabajo algo no está fluyendo o no se está resolviendo una situación compleja, no es por falta de voluntad de alguna de las partes sino por falta de capacidad.

Si descarto del total de los casos en que he querido escalar algún tema, aquellos pocos que sí fueron por un “no quiero”, la gran mayoría de las veces el resto es por un “no puedo”.  El problema es que, en un mundo tan competitivo, esas dos palabras para muchos parecen estar bloqueadas de su vocabulario cotidiano, aunque eso no las exime de que esa sea la causa real, porque, hasta donde yo sé, nadie es perfecto y nadie puede hacerlo todo bien.

Las personas no pueden hacer algo por dos razones: O porque sus jefes les han dado alguna instrucción que les impide llevar a cabo esta acción, o porque sus competencias no les permiten hacerlo, aun y cuando tengan la voluntad para ello, lamentablemente no saben aceptarlo, levantar la mano y pedir apoyo.

Cuando no podemos hacer algo, frecuentemente nos ganamos etiquetas por parte de nuestros compañeros que nos juzgan por nuestra “mala actitud”, cuando en realidad lo que nos falta es ayuda y por ahí, fortalecer alguna que otra de nuestras competencias.

Por eso, cuando hacemos compromisos dentro de la dinámica de trabajo, debemos ser muy abiertos y honestos en lo que sí podemos cumplir y en lo que no. Por otro lado, cuando veamos que algo no está sucediendo, antes de asumir y pensar que es un problema de mala actitud de la otra persona, primero preguntémonos si esa persona en realidad cuenta con todos los elementos a su alcance para hacer lo que se había comprometido. Es decir, fomentemos una conversación productiva para encontrar la razón real del porqué las cosas no están fluyendo y busquemos soluciones. Si después de hacer esa revisión comprobamos que es un tema de actitud o un tema en el que el mismo superior dio una instrucción distinta o conflictiva, entonces sí hace sentido escalarlo como parte de la solución. Por el contrario, si logramos ser abiertos y encontramos que las personas responsables no tienen las competencias necesarias, entonces brindemos el apoyo para que las cosas sucedan. Finalmente para eso trabajamos en una organización, para que entre todos aportemos lo que esté a nuestro alcance para lograr el mismo objetivo.

Me parece importante dejar de enjuiciar, etiquetar y acusar a las personas cuando las cosas no están funcionando porque la gran mayoría de las veces hacerlo no ayudará a resolver el problema y solo agregará tensión, quiebres, fricciones y rencores que interferirán en nuestras interacciones futuras con esas mismas personas o áreas.

Y si tenemos que escalar algún tema, te invito a hacerlo con una propuesta por delante, con una petición clara hacia el superior al que te estás refiriendo para que ejecute alguna acción que realmente ayude a resolver el tema.

Y, por favor, evita los correos en los que se busca evidenciar alguna falla de alguien y en los que se copia a media organización para que todos se enteren. Piensa que quizá esa persona lo que realmente necesita es apoyo y ayuda, pero le da pena solicitarla.

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