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EU levanta restricciones sobre el uso de tejido de bebés abortados
La decisión de reanudar los experimentos con partes del cuerpo de niños abortados, desafía tanto la ética como la ciencia más prometedora: especialista
Estados Unidos.- El gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, levantó las restricciones sobre el uso de tejido de bebés con “fines” de investigación.
Según la organización Judicial Watch se confirma la sospecha de que se usaron impuestos para financiar de los estadounidenses para financiar la compra de partes del cuerpo de bebés por nacer.
A partir de investigaciones hechas y de la filtración de documentos que suponen el “tráfico” de bebés abortados, ahora la administración de Joe Biden confirma su política relacionada a la práctica del aborto.
Al inicio de su mandato, el presidente Biden anunció el regreso de financiamiento público a empresas en favor del aborto como Planned Parenthood y otras organizaciones.
Con este anuncio que permite el uso de tejidos de bebés por nacer, resultados de abortos tardíos, Joe Biden revirtió otra de las políticas del expresidente Trump en favor de la vida.
A través de un comunicado, el Instituto Nacional de Salud (N.I.H.) detalló que administrará y supervisará la investigación que utilice tejido fetal humano; de acuerdo con las políticas y procedimientos que estaban vigentes, antes de la prohibición de junio de 2019.
Los científicos pueden comprar tejido fetal de fuentes aprobadas antes de la prohibición, y todos los proyectos que habían sido aprobados antes de las restricciones de la administración Trump “se restablecerán sin más revisiones”, según un correo electrónico enviado a los científicos por N.I.H. (Instituto Nacional de Salud).
En días pasados, la organización filtró documentos incluyen correos electrónicos entre la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos en los que se cita la compra de tejido de no nacidos.
Según Judicial Watch los investigadores utilizaron el tejido de los bebés para crear “ratones humanizados” para las pruebas de drogas.
Algunos de los bebés abortados tenían hasta 24 semanas de gestación y ahora la viabilidad es ahora de unas 22 semanas.
La decisión de reanudar los experimentos con partes del cuerpo de niños abortados, desafía tanto la ética, como la ciencia más prometedora, dijo Tara Sander Lee, investigadora del Instituto Charlotte Lozier, en un comunicado.
Señaló que explotar los cuerpos de estos jóvenes seres humanos es innecesario y grotesco, pues hay alternativas superiores y éticas disponibles.