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Enséñales a amar su cuerpo

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Por Gina Salame

¿Te gustaría que tus niños crecieran odiando su cuerpo, persiguiendo dietas, ejercitándose extremadamente, experimentando con pastillas para bajar de peso y matándose de hambre porque sienten que tienen la necesidad de estar flacos para ser aceptados?

Me imagino que tu respuesta es NO.

¡Necesitamos dejar de criticar nuestro propio cuerpo enfrente de nuestros niños!
El otro día me vestí para una cita, me puse un vestido y mi hija me dijo: “qué bonita eres, mamá”, y vi en sus ojos que soy la más bella para ella.

Cuando tú eras niña, ¿no era tu mamá la persona más hermosa de este mundo?

Para mí sí ( y sigue siendo). ¿No la mirabas con admiración pensando que era lo más maravilloso del mundo? Yo sí la mire así. ¿Te fijabas en el tamaño de sus caderas, su panza o su celulitis? Me imagino que la veías a ELLA, como persona.

Cuando los niños se encuentran con la persona que ellos creen es la más hermosa del mundo parada frente al espejo diciendo:

  • “Mira que gorda me veo con este vestido”.
    -“ No voy a nadar porque mis pompis están enormes y la celulitis esta cada vez peor…” ¡Tus niños están escuchando!

Es así que crean una expectativa de como se tiene que ver el cuerpo, una expectativa alta y falsa que es imposible de alcanzar. Lo único que ven es que la persona más hermosa del mundo para ellos ( TÚ, su mamá) no es lo suficientemente hermosa…

A los 15 años, tu hija te escucha quejarte del tamaño de tus piernas, que son más chicas que las de ella, entonces ella piensa: “mis piernas deben ser horribles, si las de mi mamá son grandes”.

A los 9, tu niña escucha de la dieta “Detox” que está haciendo su tía y cómo, con todo y esa dieta, no puede deshacerse de los gorditos de sus brazos.

A los 5, tu niña ve como ya te cambiaste 20 veces de vestido porque te sientes “gorda” en todos.

A los 7 años, tu hijo escucha que el pastel es “malo” y que nunca debería de comerse porque lo único que te da es unas pompas enormes, y entonces se da cuenta, que nunca ha visto a su mama comerse un pedazo de pastel.

Sus pequeñas orejitas están escuchando, ellos están aprendiendo sobre SU imagen corporal de TI, de la misma manera como aprendieron de ti caminar o a hablar.

No les enseñes a odiar su cuerpo, enséñales que no es normal odiar nuestro propio cuerpo y que valen mucho más que el tamaño de un cuerpo. Enséñales que las revistas y la mercadotecnia no son quienes deben dictar cómo es que se tienen que ver.

Vivimos en una sociedad atrapada en una cultura que inculca las dietas extremas para lograr un cuerpo perfecto. Los porcentajes de desórdenes de la alimentación son cada vez más altos y vemos a niñas de 4 años ¡haciendo dietas!

Te pido que si eres papá, mama, tía, abuelito, babysitter, prima, maestro o cualquier persona que esté en contacto con niños, por favor se consiente de cómo te expresas de tu cuerpo y de lo que comes cuando estés alrededor de niños.

Recuerda que el enfoque siempre debe ser la salud y no el peso ni las calorías.

Gina Salame – Lic. Nutrición
Facebook: Gina Salame – Nutrifuncional
gina.levy@gmail.com

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