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Pan y Circo: Diego Luna recibe críticas por promover el aborto
Serie de Diego Luna en Amazon Prime Video
Ciudad de México.- El nuevo programa de debate de Diego Luna, Pan y Circo, estrenado hace dos semanas en Amazon Prime Video, ha recibido críticas en redes sociales por la ausencia de una contraparte que equilibre el tono del debate.
En ese sentido no se trata estrictamente de un debate en el que los invitados expongan sus ideas con argumentos, datos y fuentes; sino como su nombre lo dice, puro circo.
Pan y Circo no es un programa periodístico, ni académico, tampoco representa un sano debate, al estar ausente la contraparte, carece de un mínimo rigor, una mínima investigación con datos duros y fuente transparente, como hace cualquier producción televisiva de este género.
Pero se entiende, el actor y productor no es periodista, ni quiere serlo; es una cena de amigos afines, en la que hablan de los temas calientes desde su propio punto de vista por cómo les ha ido en este circo, “desde la mesa del privilegio”, les han dicho.
Esta falla fue aun más notoria en el episodio cinco “Mi cuerpo es mío. Interrupción del embarazo”, que desde el título marca el tono del debate.
Diego Luna invitó a la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero; Nadine Gasman, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres); Martha Lucía Micher, senadora por Morena; Dapthne Cuevas, feminista, y el religioso Julián Cruzalta, asesor de Católicas por el Derecho a Decidir; además de la actriz Ana de la Reguera.
Después de presentar el menú oaxaqueño, Diego pregunta directamente a Sánchez Cordero cuál es la situación sobre el tema del aborto en México.
“Sigue el androcentrismo, sigue el sistema patriarcal, continúan las desigualdades pese a que hemos avanzado mucho”.
“No hay bases científicas”, aseguró Nadine Gasman, para referirse al hecho de si se considera vida desde el momento de la concepción, y agregó: “si vamos a la vida, vida, vida, las plantas tienen vida, el óvulo tiene vida y no por eso lo consagramos”.
En diversos momentos del programa Pan y Circo se insiste en que penalizar el aborto es llevar a una mujer a la cárcel y convertirla en criminal. Incluso Luna afirma que “hay mujeres en la cárcel por haber interrumpido su embarazo”, sin dar el dato exacto.
Como espectadores pensamos que habrá una contraparte cuando vemos a una figura religiosa, un sacerdote, Julián Cruzalta es presentado como religioso de la orden de los Dominicos y asesor de la asociación Católicas por el Derecho a Decidir.
Pero algo no checa al escucharlo hablar en Pan y Circo tratando de complacer a las invitadas.
Investigando un poco me entero que nunca ha sido sacerdote, sino diácono y que hace tiempo abandonó la orden; y que dicha asociación no es reconocida por la Iglesia; en realidad no hubo en el programa una postura en contra del aborto.
Martha Lucía Micher, quien se autodefinió como católica por el derecho a decidir, fue presentada antes como impulsora junto con Rosario Robles de lograr la despenalización del aborto en la Ciudad de México en 2002.
La legisladora dijo que el tema “debe ser abordado siempre desde la salud, nunca desde el cielo y el infierno, la gracia y el pecado”. Agregó que no cree que el presidente López Obrador vaya a someter el tema del aborto a una consulta popular pues considera que ya fijó su postura.
La feminista Dapthne Cuevas expresó que “la derecha” y “las organizaciones conservadoras tienen mucho dinero y lo tienen invertido de verdad“.
“¿Quién financia a la derecha, hay un exceso de recursos es están financiando?”
Cuevas dice que las organizaciones feministas están trabajando con escasísimos recursos sobre las rodillas”.
El sitio ACI prensa publicó que en un informe global de 2016 específica que la multinacional del aborto International Planned Parenthood Federation (IPPF) reconoce que en ese año remitió más de dos millones de dólares a la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar (Mexfam), integrante de su red.
Mientras que Sánchez Cordero atajó “La derecha ha tratado de llevar hasta sus últimas consecuencias su fundamentalismo”.
Curiosamente no hubo ningún invitado de la contraparte en la cena.
Esto es lo criticable de Pan y Circo, que se vende como un debate sobre los temas que interesan a la sociedad, cuando en realidad es una invitación a expresar cierta postura; no solo en torno al aborto, también en cuanto a la legalización de la marihuana, por ejemplo.
El episodio sobre el aborto termina con la postura de Diego Luna al decir que “es el estado el que debe garantizar ese derecho (abortar)”.
Olga Sánchez Cordero concluye:
“Tenemos una oportunidad con la Reforma Educativa, la reforma está retomando valores, hay una oportunidad en la creación de nuevos contenidos”.
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El programa Pan y Circo es una charla, a la que el conductor ha invitado a amigos a cenar, en este sentido es una invitación a quienes Diego querría tener en su casa comentando los temas polémicos del país mientras tienen una cena gourmet. Mentes y personalidades afines, amigos; no va invitar a quienes no piensan como él.
Alguna vez dijo a reporteros que le reclamaban entrevistas en una conferencia de prensa, “yo decido con quien me tomo un café”.
Pan y Circo es una producción de La Corriente del Golfo, empresa de contenidos de cine y audiovisuales en sociedad con su amigo Gael García. Diego Luna produce y conduce el programa de seis episodios.
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