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Vaticano financia desarrollo en Latinoamérica
Ciudad del Vaticano.— En sus 25 años de vida la fundación vaticana “Populorum Progressio” ha destinado 41 millones de dólares a financiar pequeños proyectos de desarrollo para comunidades indígenas y campesinas de América Latina.
Se trata de iniciativas de todo tipo como la construcción de un pozo de agua, una sala de salud o un aula escolar, la compra de un tractor, de semillas para sembrar e incluso de un semental o de algunas gallinas para crear una cooperativa.
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Con motivo de esos cinco lustros de vida, la Santa Sede organizó –para este martes 12 de diciembre- la conferencia “25 años al servicio del desarrollo humano integral, mirando al futuro”, que reunirá a cardenales y obispos en Roma.
“No es fácil hacer publicidad de estas cosas. El mandamiento evangélico dice: Tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda, y por otro lado es necesario decir lo que se hace. Este equilibrio no siempre es fácil”, explicó Segundo Tejado Muñoz.
El subsecretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral explicó la mecánica de la fundación, de cuyo consejo administrador forma parte.
Por tratarse de proyectos pequeños, las aportaciones económicas son más bien modestas. En torno a los 10 mil dólares para cada uno. Se trata de responder a la necesidad puntual, no de alimentar megalomanías.
Todo nació en 1992, tras un largo viaje apostólico de Juan Pablo II por varios países de América Latina. El Papa quiso que el consejo esté compuesto exclusivamente por obispos y arzobispos latinoamericanos, y que la sede de la fundación se ubique en Bogotá, Colombia.
Desde entonces, anualmente, el consejo de administración delibera las peticiones y asigna los recursos. Unas 200 iniciativas son aprobadas cada vez.
“Intentamos hacer algo, no resolvemos los problemas porque los problemas son más grandes de lo que podemos hacer nosotros, pero es un signo de la presencia del santo padre en medio de estas poblaciones, indígenas, sobre todo”, insistió el clérigo.
Desde su creación, “Populorum Progressio” ha patrocinado cuatro mil 300 proyectos. En este tiempo el país con más aportes ha sido Colombia con 690 acciones financiadas por siete millones de dólares.
Le sigue Brasil con 536 (5.2 millones de dólares), Perú con 512 (cinco millones), Ecuador con 409 (3.6 millones), Bolivia con 333 (tres millones), México con 206 (casi dos millones de dólares) y Haití con 198 (2.2 millones).
Datos más bien aleatorios, porque los apoyos son deliberados de acuerdo a los proyectos presentados y no según su nacionalidad. Pero, al mismo tiempo, resultan indicativos de las naciones con más necesidades.
Uno de los criterios para la asignación de los financiamientos es que se trate de “proyectos participativos”. Iniciativas de las propias comunidades que, gracias a la ayuda de los misioneros, encuentran vías para pedir el apoyo.
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El siguiente paso es obtener el aval del obispo del lugar, una especie de certificado de garantía. Cada solicitante está obligado a dar seguimiento a la realización y entregar, al final, las cuentas correspondientes.
Tras 25 años de labor, uno de los principales pendientes de la fundación es convencer a “gente de buena voluntad” e instituciones que “quieran dar una mano”.
Esto permitiría obtener nuevos donantes para ampliar el número de proyectos apoyados y llevaría a diversificar las fuentes de financiamiento, que por ahora se concentran casi exclusivamente en la Conferencia Episcopal Italiana.
Más adelante, Tejado Muñoz descartó que el financiamiento pueda confundirse con paternalismo, ya que esa actitud la tiene una persona que se siente superior y quiere imponer su forma de ver las cosas.
“El paternalismo es una actitud que muchas veces llevamos nosotros y que hace mucho daño, porque siempre es una forma de sentirte superior a los demás. Pero la actitud cristiana es sentir que los demás son superiores a ti”, indicó.
“No es nuestro estilo hacer propaganda de las cosas, son nuestras obras las que deberían hablar. Quizás estos proyectos no tienen ese eco mediático que algunos quisieran, pero no es sencillo estar presente en los medios con estas iniciativas que tienen un carácter distinto”, apuntó.
AGP