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La fe es más grande al miedo: testimonio de sacerdote que ayuda a pacientes con Covid-19

Mi principal labor es acercarme a las personas que están enfermas de Coronavirus y brindar a las personas los santos sacramentos

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Ciudad de México.- En los últimos meses, el sacerdote Roberto Funes, párroco de la Sagrada Familia en la Ciudad de México, no niega su sentimiento de miedo ante un virus que ha venido para cambiar la vida de la gente.

Pero más grande es su fe y esta se mantiene inquebrantable. Lleva alivio espiritual a las personas en la última etapa de la vida y eso sucede con los enfermos de Covid a quienes visita en los hospitales.

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“Mi principal labor es acercarme a las personas que están enfermas de Coronavirus y brindar a las personas los santos sacramentos en la casa o en los hospitales”, expresó el párroco en entrevista con siete24.mx

No sólo acude a hospitales, también reparte víveres a quienes más lo necesitan. Afuera de la parroquia ubicada en la colonia Portales colocó una mesa para recibir alimentos y diversos artículos para quienes menos tienen en esta etapa de Emergencia Sanitaria.

SE PREPARAN PARA LA NUEVA NORMALIDAD

La Parroquia de la Sagrada Familia abre sus puertas unos momentos con la intención de que los fieles puedan ingresar y orar durante unos minutos.

Con la Nueva Normalidad, la Iglesia católica en México se prepara para reabrir los centros religiosos bajo estrictas medidas sanitarias, que en la capital del país podría ser el próximo 14 de julio.

La Santa Misa será breve, a la entrada se colocaran tapetes sanitizantes para desinfectar el calzado, un ayudante de los sacerdotes toma la temperatura a los feligreses, el siguiente paso es tomar un poco de gel antibacterial del dispensador y sentarse en una banca manteniendo distancia entre las demás personas.

“Desde la entrada, hay una zona de cuidados; todos los que lleguen a los templos van a tener que traer un cubrebocas, se les tomará la temperatura y tendrán que sanitizarse las manos”, dijo.

Las bancas fueron separadas y habrá un encargado de contabilizar a las personas que ingresen a fin de no superar el aforo permitido.

El saludo de la paz dejará de celebrarse y la hostia se entregará en las manos a los fieles para evitar la exposición a las partículas de la saliva.

Cabe mencionar que en días pasados, la Arquidiócesis de México difundió el documento Orientaciones y criterios para el retorno gradual a las celebraciones litúrgicas con asistencia de fieles, en el que deja en claro que aún no se sabe la fecha en que abrirán los centros religiosos, pero incluye las indicaciones a seguir para el regreso a la “Nueva Normalidad”.

“Para toda acción pastoral se deberán respetar las indicaciones que la Secretaría de Salud establezca, conforme va evolucionando la situación sanitaria. A las personas con alto riesgo como mayores, embarazadas o con enfermedades crónicas se les insiste en que continúen participando en los actos litúrgicos a través de redes sociales o canales de televisión abierta”, indicó la Arquidiócesis.

Los lineamientos establecen que el número recomendable de asistentes dependerá de la amplitud del recinto, por ejemplo, en la fase naranja no debe sobrepasar 30% y en la fase amarilla 60%.

ARH

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